Premiaron ideas de impacto en la comunidad

                                                                              ©100 en 1 dia

Publicamos las tres iniciativas que ganaron el Concurso Nacional de Participación Ciudadana. Son trabajos del Magdalena Medio, Boyacá y Bogotá que compitieron entre 42 proyectos de todo el país.

Experiencias calificadas como de alto impacto a la comunidad alcanzaron los tres primeros lugares de una convocaria de la Dirección para la Democracia, la Participación Ciudadana y la Acción Comunal del Ministerio del Interior y la Fundación Foro Nacional por Colombia.

 El concurso considera que “en Colombia, muchos grupos de ciudadanos,  organizaciones de base, comunitarias o sociales de mujeres, jóvenes, personas con discapacidad, veedurías ciudadanas, colectivos y juntas de acción comunal, crean y lideran valiosas experiencias de participación ciudadana, pero estas no son difundidas ampliamente».

Les contamos en qué consisten los proyectos ganadores:

Categoría audiovisual: Video

Agendas Ciudadanas del Magdalena Centro 2015-2019:  Construyamos entre todos el municipio que queremos.

Programa Desarrollo para la Paz del Magdalena Centro (PDPMC).

Abarca 13 municipios en los que ha construido 13 agendas ciudadanas en procesos sociales durante los últimos diez años.

Es un ejercicio comunitario local que reúne el sentir de ciudadanos del común y de líderes, quienes plantean propuestas de desarrollo, con base en la realidad del territorio y las necesidades e intereses comunes.

Se enfoca en la incidencia política para influir en la formulación de programas de gobierno y los planes de desarrollo municipales.

El grupo de ganadores del concurso de participación comunitaria.

Categoría narración: Entrevista

Fundación Montecito, Sogamoso Boyacá. Relata las acciones ciudadanas que impidieron afectación en el sector de Playa Blanca, en la Cuenca del lago de Tota.

La entrevista en las nubes

Playa alto andina relata un susto que pudo terminar con ella.

Por: Yo Agua, para The Wetland Times

Cuenca del Lago de Tota. Nos encontramos en el Lago de Tota, insertos en las nubes y páramos a 3.015 metros de altitud sobre el oriente Andino de Colombia. Agradecemos a Playa Blanca que nos conceda esta entrevista en exclusiva para The Wetland Times, y relate una experiencia miedosa que la puso en riesgo recientemente.

Yo Agua: Nuestros lectores se preguntarán, ¿quién es Playa Blanca? – Por favor denos una breve descripción de sí misma.

Playa Blanca: Buenos días, y agradezco mucho este espacio que me brindan. Soy una pequeña playa natural de arenas blancas en el Lago de Tota (Boyacá), vivo aquí hace algunos millones de años, me formé por lenta erosión del lago a estas peñas arenosas a mi alrededor, estoy ubicada al sur-occidente de este humedal alto andino, en el municipio de Tota, uno de los 4 municipios que comparten la cuenca. Quienes me visitan se maravillan, les cuesta creer que yo sea natural y dicen de mí que soy la playa de un mar en las montañas.

YA: ¿Por qué se maravillan?

PB: Bueno, parezco una playa del Caribe, pero a una altitud y temperatura muy distintas!… mis visitantes aseguran que debo ser la única playa del mundo donde a cambio de bikini se utiliza ruana. La región es paramuna, esto significa nubes, neblina y humedad frecuentes, pero en las temporadas de sol este brilla muy fuerte, con más potencia que en bajas alturas. Soy una especie de milagro de la naturaleza.

YA: Hablemos del susto. Descríbanos qué pasó.

PB: A comienzos del año 2012 se firmó en mi suelo una llamada Declaración de Playa Blanca (1), suscrita por los alcaldes de la provincia de Sugamuxi, y el Gobernador de Boyacá del momento. Se comprometieron a cuidar del Lago de Tota en todos sus aspectos, lo cual me incluye y me alegró.

Pero poco después (2014), para mi sorpresa y tristeza el alcalde de mi localidad (Tota) optó por poner sobre mí varios viajes de volqueta con arena de peña que, sin lavar, venía con contenidos de arcilla, y poco después pasó lo inevitable: me endurecí (2), algo de lo cual no tengo memoria que me haya sucedido antes, en toda mi existencia. Excusas iban y venían, y del tema se abrió una discusión gracias a la respuesta ciudadana (3). Semanas después de las intervenciones, fui recobrando la normalidad, pero el miedo quedó, de hecho perdí en pocos días lo que solía ser, y estuve en riesgo de un daño mayor. Por si fuera poco, poco tiempo más adelante (en 2015), a la propia autoridad ambiental se le ocurrió diseñar sobre mí un “Plan Ecoturístico”, con cuantiosos presupuestos para infraestructura sobre mi piel, pero de nuevo, de no ser por la intervención ciudadana pude haber perdido mi esencia, quiero agradecer aquí el compromiso cívico que evitó la debacle sobre mi territorio (4).  He pasado del miedo del cambio en mis arenas, al susto de mi desaparición, y todo como producto de ideas estatales (Alcaldía de Tota 2012-2015, y Corpoboyacá).

YA: En qué ha intervenido la ciudadanía.

PB: En hacerme parte integral de una causa colectiva denominada Causa Tota (5) como también en evidenciar y enfrentar las decisiones estatales que me pusieron en riesgo, como relaté antes.

De no ser por ello, muy seguramente mis arenas estarían endurecidas, y sobre mí habría desaparecido la esencia natural que me ha acompañado miles de años, reemplazado por infraestructura y sobrecargas inconvenientes. Hoy estaría moribunda.

YA: Qué lecciones deja lo sucedido.

PB: Varias. Una muy importante es que, sin la participación activa de la ciudadanía, los territorios quedan altamente expuestos a deterioro como producto de decisiones estatales equivocadas, igualmente por cuenta de decisiones privadas. Y que los vacíos educativos o formativos en los funcionarios públicos de todo nivel, como de la ciudadanía en general, son muy altos y exponen a creer que determinada acción sea buena, cuando resulta lo contrario. En últimas, como indica nuestra Constitución y otros elementos normativos acordes, la protección de escenarios patrimoniales de naturaleza y cultura, como en mi caso, el Lago de Tota y tantos más, no es solamente cuestión del Estado, sino que compromete en igual o mayor grado al ciudadano común.

YA: Y qué mensaje desea enviar al Estado y la ciudadanía en general.

PB: Que no se adopten decisiones unilaterales nunca más. Las decisiones y acciones sobre el territorio deben concertarse entre las partes y actores del amplio contexto en que se encuentran, apoyados siempre por el conocimiento y los saberes del mejor nivel posible, donde quiera que estos se encuentren.

YA: Muchas gracias por su testimonio.

PB: Mi agradecimiento para Ustedes en este prestigioso medio The Wetland Times, anhelando que esta voz trascienda y logre cambios para el bien de todos.

1.    Declaración de Playa Blanca: http://ctb.fundacionmontecito.org/2012/01/declaracion-de-playa-blanca-pro-lago-de.html

2.    Playa Blanca endurecida: http://ctb.fundacionmontecito.org/2014/07/playa-blanca-endurecida.html

3.    Playa Blanca, ahora enrarecida: http://ctb.fundacionmontecito.org/2014/08/playa-blanca-ahora-enrarecida.html

4.    Playa Blanca, aclaraciones: http://ctb.fundacionmontecito.org/2014/08/playa-blanca-aclaraciones.html

Categoría gráfica: Infografía y fotografía

Festival ciudadano anual

Organización 100 en un día

Es un modelo de transformación social y trabajo en red para la creación colectiva de acciones que transformen a las ciudades.

Según la Dirección para la Democracia y el Ministerio del Interior, la experiencia une a personas, colectivos, organizaciones y gobiernos locales en un mismo fin: regalarle acciones positivas y desinteresadas a la ciudad y celebrar el potencial para impulsar las comunidades, como agentes de cambio.

En Bogotá se hizo la primera experiencia y ya se han realizado festivales en 11 ciudades colombianas. En el mundo, más de 34 ciudades en 14 países han apropiado este movimiento de movilización.

Sus acciones son la siembra de árboles, dar abrazos gratis, tapar huecos, hacer marchas animalistas, y otras donde los ciudadanos se toman las calles o las instituciones educativas y hablan de lo que piensan de una forma creativa, innovadora y pacífica.

“Buscamos cambiarle el chip a las personas y mostrar su capacidad de transformación del medio que habitan, su capacidad de incidir positivamente en el desarrollo de la ciudad que sueñan”, relató Laura Cajamarca, coordinadora en Colombia de ese movimiento.

100 en 1 día convoca en una vez al año a hacer 100 o más acciones sociales, culturales, ambientales, ya han logrado más de 1.800 acciones positivas en el país.