Es uno de los cuatro fondos internacionales creados por la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional (APC) Colombia. Contribuirá al cumplimiento del Acuerdo de Paz, resolviendo situaciones en antiguas zonas de violencia, mediante proyectos de desarrollo rural y en la disminución de los efectos del cambio climático.
Es administrado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y está conformado por el Departamento Nacional de Planeación, los ministerios de Ambiente, Agricultura, Hacienda, la Alta Consejería para el Posconflicto y la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional, APC-Colombia.
En los primeros tres años espera recaudar 210 millones de dólares para maximizar, según el presidente Santos, “los dividendos ambientales de la paz y ayudar a reparar el daño que ha dejado el conflicto. La meta es reducir en un 20 por ciento la emisión de gases efecto invernadero, bajar la tasa de deforestación anual a 90 mil hectáreas o menos y que se detenga la pérdida de bosques naturales”.
El Fondo contará con una Unidad Coordinadora, asentada en la Alta Consejería para la Paz, que será el puente con el BID para efectuar los desembolsos de los proyectos.
Las características de los territorios que aspiren obtener recursos de este fondo son: tener incidencia del conflicto armado, pobreza, brechas en su desarrollo regional. También, presentar focos activos de deforestación, potencial recuperación ambiental de suelos y/o vulnerabilidad de cambio climático.
Hasta el momento han participado como aportantes Suiza, Suecia, Alemania, Noruega y el Reino Unido. En junio y julio próximos se recibirán propuestas sobre conservación de la biodiversidad y la reducción del impacto del cambio climático.
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