Controversia por la definición de una especie felina valorada por foto de cámara trampa. La Fundación Omacha recomienda que se debe hacer un mayor esfuerzo para corroborar el registro.
La información dada a conocer en las últimas horas por la CAR Cundinamarca y la organización Proyecto de Conservación de Aguas y Tierras (ProCAT) apunta a que el animal captado por una cámara de fototrampeo en un área rural del departamento corresponde a un jaguar (Panthera onca).
José Fernando González Maya, director de ProCAT, contó a Red Prensa Verde que la foto es de hace tres semanas y se constituye en el primer registro científico de ese felino para Cundinamarca.
“La identificación de la especie se hizo mediante un análisis con otras fotografías tomadas hace dos meses, de torso y cola. También consultamos con otros especialistas para escuchar nuevas opiniones y lo confirmamos con las comunidades locales”.
El biólogo informó que no se dará a conocer el área exacta donde se hizo el registro, para proteger al animal. En esa zona fueron instaladas 40 cámaras, de las 100 proyectadas para la jurisdicción de la CAR Cundinamarca. Estos artefactos son ubicados en sitios estratégicos (donde se detecta que hay alimento y agua) y cuando hay presencia de un animal, los sensores activan el mecanismo que hace la fotografía.
“Es el primer registro confirmado desde hace mucho tiempo y nos indica que todavía está el jaguar en la región. Lo que pasa es que esta foto –en particular– se puede presentar para malinterpretación, pero las otras fotos nos lo confirman. Es un jaguar”, argumentó González Maya.
“No es un jaguar”
Estaban Payán, director de la Fundación Panthera-Colombia, dedicada a la conservación felinos y sus de corredores biológicos, puso en duda la información de la CAR Cundinamarca y ProCAT al indicar a este medio, de manera enfática, que la foto no es de un jaguar.
“A simple vista es un ocelote (Leopardus pardalis), las evidencias de jaguar deben ser reales no por una opinión. Se sabe que es ocelote por el tamaño del animal, su conformación física, no es un cachorro, tiene las rayas específicas en el cuello y además la cabeza del jaguar es mucho más grande”.
Según su concepto, “Se sabe que tanto jaguar como ocelote existen en Cundinamarca y en todo el corredor que va al Magdalena Medio, lo que pasa es que no sabemos dónde están los que quedan. Es por esto que tampoco es cierto que sería el primer registro del animal en Cundinamarca”.
En este sentido, el investigador publicó en la red social twitter una fotografía –enviada por uno de sus colegas– sobre un jaguar hallado en el área de Fúquene, en 1968, que hace parte de un archivo de prensa.
«Es un ocelote»
Al debate se sumó el investigador Carlos Valderrama, director de WebConserva, quien trabaja desde hace diez años en estudios sobre felinos con cámaras de fototrampeo en diferentes lugares del país.
Después de analizar el material gráfico comentó que valora profundamente el trabajo de la CAR y de ProCAT, pero si se trata del jaguar es un hallazgo tan importante para Cundinamarca que se requiere una gran evidencia. Él sostiene que el biólogo Esteban Payán tiene la razón.
Explicó que en fototrampeo las especies se identifican por claves, como la forma o el tamaño y para evaluar estos aspectos se tiene en cuenta las plantas del fondo, en este caso, un bosque donde hay algunas palmas que permiten comparar e inferir que el individuo es pequeño. Los puntos en sus patas aclaran aún más que es un felino Leopardus pardalis, dice.
“Las fotos que han publicado nos hacen pensar que es un ocelote. Por la vegetación de fondo, se ve que es un animal de tamaño pequeño, por lo cual, si fuera jaguar, tendría que ser un cachorro y los cachorros nunca se encuentran solos, estarían con las madres. Hay dos registros de dos individuos independientes, sería difícil que fueran dos jaguares cachorros deambulando, eso lo hace improbable”.
Valderrama considera que el debate que se presenta es sano, mucho más en este momento de la vida nacional en que por la disminución del conflicto armado tanto investigadores como ciudadanía están aprendiendo enormemente de las especies.
“Las fotos muestran que las manchas de cada individuo tienen a ser en líneas alargadas formando eslabones, las cuales son líneas con una mancha en el centro, y esas manchas eslabonadas son características de los ocelotes. Los jaguares tienen rosetas, que son redondas con puntos en el centro. Concluyo que por el tamaño es probable que las dos fotos sean de ocelote”.
Complemente la información con el audio del biólogo Carlos Valderrama:
Más análisis
Consultado sobre el tema Fernando Trujillo, director científico de la Fundación Omacha, quien también ha estudiado a estos mamíferos durante años, expresó que la fotografía es borrosa. «Por ahora hay que tener prudencia y hacer una mayor esfuerzo en el proceso de identificación con el fin de corroborar la especie».
Explicó que se necesitaría tener la ubicación, el registro altitudinal, conseguir conceptos de expertos con diferentes niveles de experiencia, revisar más fotografías y en caso de que no se tengan, instalar más cámaras en el área. Pide que se analice más para no generar polémica.
Audio del biólogo Fernando Trujillo:
Diferencias entre felinos
Según el documento “Los felinos de Colombia” publicado por el Instituto Humboldt y la Fundación Panthera, estas son algunas de las diferencias entre jaguar y ocelote.
Jaguar
- Es el felino más grande de América, su piel es amarilla con rosetas y puntos negros.
- Presenta variaciones de color negro o café oscuro, de ahí que también lo conocen como ‘pantera negra’. También en algunas comunidades lo denominan ‘tigre’.
- Son los únicos felinos grandes machados.
- Las hembras pueden pesar entre 55 y 77 kg y el macho entre 70 y 100.
Ocelote
- El ocelote es el tercer felino más grande de Colombia, después del jaguar y el puma.
- Aunque su piel es amarilla, con puntos y rosetas negras, su vientre es blanco.
- Se diferencia del jaguar por una serie de líneas negras longitudinales y diagonales en el cuello.
- Las hembras pesan entre 6 y 9 kg y los machos entre 8 y 15 kg.
- También es llamado cunaguaro o tigrillo.
Además del jaguar y el ocelote, Colombia presenta felinos como el jaguarundí (Puma yagouaroundi), puma (Puma concolor), margay (Leopardus wiedii)) y oncilla (Leopardus tigrinus).
¿Qué busca la CAR?
El estudio que realiza la CAR Cundinamarca y ProCAT tiene tres objetivos: conocer el estado de conservación de los felinos, analizar el conflicto de los felinos con las actividades productivas de la región y la atención de posibles encuentros con humanos.
“En Cundinamarca hay áreas en buen estado de conservación especialmente en zonas altas como el Sumapaz, en la parte bajas del Magdalena y parches en Yacopí, Tocaima y Jerusalén. Por ahora han detectado que las principales amenazas en estas regiones son la pérdida de hábitat debido al cambio de uso de suelo, la cacería y el conflicto que se genera cuando jaguar por falta de presas entra a zonas pobladas para depredar animales domésticos, que a su vez desencadena la caza directa de animales en retaliación», informó González Maya.
Reportó que para atender las interacciones negativas entre humanos y animales fue creado un protocolo de atención al conflicto con Policía, Umatas, Gobernación y otras entidades.
De esta manera, a partir del hallazgo del felino, realizarán evaluaciones poblacionales y actividades directas para reducir amenazas puntuales en el territorio.
En las labores de seguimiento e identificación de fauna silvestre la CAR ha invertido unos 260 millones en 2017.
Publicación actualizada. Foto principal: CAR Cundinamarca-ProCAT