Es un reto y una oportunidad para trabajar de manera articulada, dice Felipe Velasco quien hizo la postulación al concurso mundial.
Durante una cena realizada en el museo de la Presidencia de la República de la ciudad de Cascais (Portugal), dos boyacenses recibieron el premio Destinos Verdes Globales o Sustenaible Global Destination: Top 100. Felipe Velasco, director de la Fundación Montecito con sede en Sogamoso y Oscar Rojas, empresario turístico en Cuítiva (Boyacá), obtuvieron el galardón, según el cual, el lago de Tota queda incluido en los 100 destinos turísticos más sostenibles del mundo.
La lista es el resultado de una convocatoria abierta a todos los países: «Los destinos son nominados por cualquier parte interesada a través de un formulario disponible en línea. Los nominadores proporcionan amplia información sobre el destino y sobre sus esfuerzos para hacer más sostenible a sí mismo y a sus grupos de interés en beneficio de los visitantes, sus comunidades locales y el mundo”.
Destinos verdes globales es una iniciativa que tiene como objetivo reconocer lugares turísticos que según la organización «han trabajado duro para marcar la diferencia y tomar la sostenibilidad en serio. Sin embargo, ningún destino es totalmente sostenible. En todos los destinos seleccionados aún quedan cuestiones importantes por resolver”, aclara la entidad.
Selección bajo 15 criterios
En la convocatoria de este año participaron 155 candidaturas de 57 países. Para ser seleccionado, el destino debe cumplir con los 15 criterios básicos de un estándar de destinos verdes mundiales (ver al final de la nota).
Dichas nominaciones fueron evaluadas por expertos del equipo Top 100 de Destinos Verdes y por miembros del Panel de Selección Especial Top 100.
Con este texto la organización resalta la elección del lago de Tota en su sitio web:
El lago Tota es el lago de agua dulce más grande de los Andes colombianos. Este segundo lago navegable más alto en América del Sur es alimentado por páramos, un ecosistema único encontrado en solamente 6 países por todo el mundo. Los páramos y el lago Tota tienen un gran valor cultural para los pueblos indígenas y proporcionan un entorno extraordinario para los viajeros de hoy en día.
Los movimientos de sostenibilidad se iniciaron después de que el lago Tota recibiera en 2012 el premio internacional «Globo Gris» de la Red Mundial de Humedales por ser un humedal de importancia internacional bajo amenaza. Los resultados de las actividades no gubernamentales incluyen la sensibilización, la mejora de la gobernanza para la participación integrada, la aplicación de un filtro verde para el tratamiento de aguas residuales domésticas y el establecimiento de un centro virtual de humedales para la comunicación y la educación sobre los humedales de este lago.
Otro destino de Colombia que ingresó a la lista fue el Santuario de Flora y Fauna Otún-Quimbaya, postulado por la Asociación Comunitaria Yarumo Blanco, que trabaja en prestación de servicios de ecoturismo en la cuenca del río Otún.
Tanto en la cuenca del Otún como en la del lago de Tota se produce cebolla larga o en rama, a manera de monocultivo.
¿Pero cómo un recurso natural aquejado por diferentes conflictos socio-ambientales entra en un listado mundial de destino sostenible, con lugares que han desarrollado por años procesos avanzados de ecoturismo como la isla San Martín del archipiélago de Galápagos, patrimonio mundial de la Humanidad; el Parque Nacional Yellowstone en Estados Unidos, primera área natural declarada como protegida en el mundo; las cataratas del Niágara, en Canadá o Costa Rica?
Red Prensa Verde entrevistó a Felipe Velasco, promotor de la nominación y quien hace cinco años postuló también al lago de Tota al premio Globo Gris de la Red Mundial de Humedales por la ‘falta de gestión y su estado de deterioro’. Desde Portugal nos respondió lo siguiente:
Después del premio ‘gris’ al lago de Tota viene la postulación a premio ‘verde’… ¿cómo se explica esto?
Fue ‘gris’ con el Globo Gris de la Red Mundial de Humedales, en razón al estado de amenaza del humedal. Y es ahora ‘verde’ como destino verde para el turismo sostenible desde la organización Green Destinations, en reconocimiento a los esfuerzos y progresos hacia la sostenibilidad. Pero sigue siendo ‘gris’ por aquello de que su estado de amenaza se mantiene, aunque pueda haber disminuido un poco. Gris y verde, ambos con lo suyo. Lo nuevo es el reconocimiento a la gobernanza, al esfuerzo de cambio para lograr sostenibilidad, aunque es claro que el camino por delante para conseguirlo es largo.
Algo importante a destacar es que ambos logros de reconocimiento- lo uno por la amenaza ecológica, lo otro por los esfuerzos de sostenibilidad- han sido iniciativa de la sociedad civil, y contribuyen por igual, por distinto camino o de distinta manera, a elevar la conciencia colectiva en busca de una mejor toma de decisiones privadas y públicas, y de una mejor gestión del territorio.
¿En qué momento deciden hacer esta postulación, cómo fue la dinámica?
La postulación la hizo Fundación Montecito en condición de coordinador provisional del grupo de trabajo ‘Lago de Tota Destino Verde‘, con apoyo de la Reserva Natural Pueblito Antiguo.
¿Para los habitantes de la cuenca qué implica estar en este listado mundial?
Representa un reto y una oportunidad. El reto es que seamos capaces de aprovecharlo positivamente y en toda su dimensión, para trabajar de manera articulada y unificando una visión clara de sostenibilidad, qué es y qué significa esto para el territorio, y ‘visión’ significa que realmente podamos visualizar de un modo práctico, hacia dónde queremos llevar el destino de este bello lugar, garantizando servicios y disfrute a la generación actual pero sin poner en riesgo a generaciones futuras. Un reto grande, por supuesto, pero nos permite trabajarlo, teniendo referentes globales de sostenibilidad con perspectiva de turismo, involucrando a todos los sectores, que nos pueden facilitar el ejercicio. Y es también una oportunidad, de comprender que detrás de ello reposa una dinámica económica y de bienestar de mucho potencial que al tiempo favorece la protección ambiental. Por supuesto, una oportunidad que debe tener buen manejo para que sea responsable y nunca ponga en riesgo el lugar o se torne contraproducente. Y para saberlo hacer debemos articularnos.
Tanto reto como oportunidad, sería la designación de la cuenca del Lago de Tota como sitio Ramsar, de forma similar a nuestro humedal lacustre hermano La Cocha, en Nariño. Es decir, que el Gobierno comprenda el valor de designar a Tota a niveles de protección sostenible internacional y que los actores locales tengamos la tranquilidad que eso significa es esforzarnos por hacer las cosas bien, con buenas prácticas, con mayores niveles de compromiso estatal y con apoyo internacional cuando se requiera. Además poniendo escudo de protección contra amenazas graves como minería o hidrocarburos en su territorio.
Qué elementos hicieron que quedara en la lista con sitios como Galápagos o Yellowstone. Pareciera que aún en la cuenca de Tota no hay mucha infraestructura de sostenibilidad en el turismo y en el propio manejo ambiental del recurso. ¿Cómo comprender esta situación?
La evaluación a los destinos nominados estuvo a cargo de un panel de cien expertos internacionales. La entidad organizadora (Green Destinations) coordinó el concurso en alianza con otras veinte organizaciones internacionales dedicadas también al turismo sostenible. Desconozco las minucias del proceso evaluador, pero efectivamente la postulación del lago de Tota requirió aportar información en cada uno de esos 15 criterios de evaluación.
Lo importante a señalar en nuestro caso es que, no obstante nuestra difícil realidad territorial en términos de gestión, lo que el concurso valoraba no es que el destino fuera ya sostenible, sino los esfuerzos y progresos hacia la sostenibilidad, y de esto pudimos mostrar y soportar de diversas maneras la línea de tiempo de los últimos 7 años de causa y de gobernanza, liderada por la sociedad civil. Es decir, éste galardón es una manera de calificar el esfuerzo, los progresos, y animar a que esto se mantenga. Lo dicen así en los criterios del concurso. Otros destinos del mundo seguramente se encuentran en niveles mucho más elevados de sostenibilidad que el nuestro, y algunos por debajo del nivel nuestro; pero lo cierto es que en Tota hay esfuerzo y avances para mostrar en los últimos siete años en comparación a su pasado, y esto seguramente fue lo que inclino la balanza a nuestro favor.
¿Además de ingresar al ‘top 100’ en qué consiste el premio?
El galardón contempla un acompañamiento especial de la organización Green Destinations al destino durante un año, para que logre mejoramiento en ciertos criterios del listado evaluativo. La coordinación de esto queda a cargo de la coordinación que postula y representa al destino ante el concurso, y en esto vale resaltar que nuestro lago de Tota tiene para el efecto dos registros de Embajadores de Destinos Verdes, por tanto en ellos queda en primera instancia esa posibilidad de aprovechar el acompañamiento.
Por lo demás, el galardón representa una herramienta de gestión importante y un argumento demostrable que representa justamente esfuerzo y avances, lo cual puede ser aprovechado positivamente para ‘puntear’ mejor en la búsqueda y obtención de fondos para desarrollar proyectos en turismo sostenible. Dependerá de nosotros mismos saberlo utilizar y aprovechar de manera responsable y estratégica, para bien del territorio.
Vea a todos los ganadores aquí: http://top100.greendestinations.org
Criterios de selección del concurso
El grupo de expertos tuvo en cuenta las siguientes características para calificar al lago de Tota y al santuario Otún Quimbaya e incluirlos como ganadores con 98 sitios más.
Coordinador de Sostenibilidad: A una persona se le ha asignado la responsabilidad y autoridad para la adecuada implementación e información de la gestión sostenible de destinos.
Política turística: El destino tiene una política o estrategia de turismo actualizada, disponible al público y plurianual, que aborda todas las cuestiones importantes.
Protección a la naturaleza: La protección de los sitios naturales, los hábitats, las especies y los ecosistemas se aborda y hace cumplir eficazmente. Se aborda la degradación de la naturaleza.
Ética animal: El uso de los animales en el turismo es efectivamente controlado con el fin de disminuir el riesgo de sufrimiento innecesario, la enfermedad y la muerte.
Paisaje: Las vistas panorámicas naturales y rurales están protegidas y se mantiene el sentido del lugar; la degradación del paisaje y la expansión urbana se evita.
Tratamiento de aguas residuales: El tratamiento de las aguas residuales está adecuadamente organizado y se aplican las normas pertinentes, con el fin de reducir al mínimo los impactos sobre las personas y el medio ambiente.
Reducción de residuos sólidos: Los residuos sólidos son controlados, reducidos, separados y reciclados, y se fijan objetivos cuantitativos, especialmente en lo que se refiere a la reducción de residuos de plástico.
Reducción de la dependencia de los combustibles fósiles: Existen medidas e incentivos adecuados para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y fomentar las tecnologías de energía renovable.
Conservación del patrimonio cultural: La conservación, la autenticidad y la presentación estética de los recursos culturales, los sitios y el patrimonio construido, se organizan y hacen cumplir adecuadamente.
Patrimonio Inmaterial: El patrimonio cultural inmaterial y la vida y la cultura locales están adecuadamente protegidos y respetados.
Protección a las personas: El destino toma las medidas adecuadas para proteger a todas las personas de manera legal y efectiva contra la explotación comercial, sexual o cualquier otra forma de explotación.
Habitantes y turismo: Los habitantes participan regularmente en las discusiones sobre las oportunidades, los retos y la sostenibilidad del desarrollo turístico.
Promoción de productos locales: Se apoya la inclusión de artesanos locales, productores y proveedores de servicios en la cadena de valor del turismo; productos locales y sostenibles.
Prevención de la salud y la seguridad: Los peligros de la delincuencia, la seguridad y la salud se previenen y se abordan adecuadamente.
Accesibilidad: El acceso a los sitios turísticos se apoya para las personas con discapacidad, cuando sea apropiado, sin perjudicar.