Reportan cunaguaros en Aguazul y Tauramena, Casanare
A solo 25 días de haber instalado siete cámaras trampa en dos relictos de bosque aledaños a cultivos de arroz, en Tauramena y Aguazul (Casanare), investigadores de la Corporación Autónoma Regional de la Orinoquia (Corporinoquia) y la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz), encontraron que la zona presentaba una importante actividad de la fauna, hasta entonces no detectada por los agricultores.
Las cámaras registraron cunaguaros, también llamados ocelotes o tigrillos (Leopardus pardalis), picure (Dasyprocta punctata), aves como el carrao (Aramus guarauna), primates como el mono maicero (Sapajus apella), entre otras especies.
El mayor depredador de los animales captado por los lentes fue el cunaguaro habitante de las sabanas, pero también de áreas boscosas, manglares y páramos.
El proyecto
Corporinoquia y Fedearroz habían comenzado a trabajar en 2015 para identificar las afectaciones ambientales del sector arrocero y las dinámicas que se estaban generando en las sabanas inundables de Casanare.
“Vimos que cada año las hectáreas para el cultivo de arroz tenían un crecimiento exponencial y nos preocupaba el ejercicio de poner en riesgo la biodiversidad y todos los servicios ecosistémicos conexos a los sistemas productivos. Por eso identificamos las estrategias para volver el sector más productivo pero a la vez más sostenible, en lo ambiental y económico”, dijo Fabián Rincón Duarte, coordinador del área de Biodiversidad de Corporinoquia.
En 2016 la Federación llevó al Casanare el proyecto denominado Adopción Masiva de Tecnología (Amtec) para desarrollar la agricultura mediante técnicas de precisión, es decir, utilizar raciones exactas de agroquímicos, eficiencia en el riego y adecuación de suelo. A partir de ahí evaluaron al sector en términos de sostenibilidad e identificaron a cultivadores interesados en el sistema Amtec para realizar monitoreos de biodiversidad en sus fincas.
Hace dos meses, con el apoyo de dichos agricultores, instalaron las primeras cámaras para conocer el tipo de biodiversidad asociada a las áreas de producción de arroz. También para saber si estas zonas se estaban manejando de manera responsable.
La primera experiencia se realizó en un predio de 15 hectáreas, localizado a dos horas de Tauramena, donde había una porción de bosque con una franja sembrada de arroz. En este lugar fue donde se vio por primera vez el cunaguaro.
La segunda prueba se hizo en otro lote de 17 hectáreas, a 45 minutos de Aguazul, en área de piedemonte, donde ubicaron las cámaras trampa al azar. Allí, a los 25 días encontraron videos y fotografías del cunaguaro y otras especies.
“Eso indica que en estas áreas hay una buena oferta de alimento para que estos animales puedan estar en la zona y buena salud de los ecosistemas. No quiere decir que por que hay un felino todas las cosas se están desarrollando bien porque un sistema productivo también genera impacto ambiental, explicó a Red Prensa Verde, el ingeniero Rincón Duarte.
Agregó que el hecho confirmó que estas zonas son de tránsito para la fauna y comprueba que es posible mantener la biodiversidad cuando hay un buen manejo ambiental por parte de los agricultores, en otras palabras, debe haber respeto por las áreas de bosque y desarrollar cultivos en lotes más pequeños.
“Se puede mantener un equilibrio entre la producción y la vida silvestre y lo que buscamos ahora es que en el sector arrocero -ojalá la mayoría lo haga- adopten el modelo de productividad amigable con el ambiente y comprueben que es posible convivir con la fauna”.
El siguiente paso que dará la entidad en las áreas de estudio, es iniciar un proceso de sensibilización con agricultores y trabajadores del sistema productivo, con el fin de que identifiquen a los felinos, aves y demás mamíferos pequeños, para muchos de ellos desconocidos.
“Les mostraremos que los felinos no son agresivos con el humano y que su reacción al ver a un hombre es huir. También se hará un comparativo entre los modelos de cultivo tradicional y con medidas de manejo ambiental para demostrar que este último es fructífero, genera menos impactos a la naturaleza y que es mejor hacer una agricultura de conservación”.
Material audiovisual y gráfico:©Corporinoquia