Ciencia forence aporta a la lucha contra tráfico de marfil
Por primera vez el geoquímico Kevin Uno del Observatorio de la Tierra de Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia y su colega Samuel Wasser de la Universidad de Washington, utilizaron radiocarbono y pruebas de ADN para determinar cuándo y dónde fue muerto un elefante.
Con muestras de marfil incautado a vendedores en los Estados Unidos, suministradas por el Departamento de Conservación Ambiental de Nueva York, sabrán si este material fue recolectado recientemente.
El fin de la investigación es ayudar a las autoridades a identificar los sitios de caza para prevenir nuevos ataques de cazadores furtivos.
Uno desarrolló su técnica de datación por radiocarbono para colmillos, en 2013, según un estudio publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS). Lo realiza mediante el aislamiento del colágeno en una muestra de colmillo, después de liofilizarlo y pasarlo a través de un espectrómetro de masas, con resultados que pueden tardar varios meses.
La lucha contra el comercio ilegal de marfil se realiza mediante prohibiciones al comercio por tratados internacionales-CITES, vigentes a partir de 1975- y a través de campañas en los niveles nacional, estatal y local.
Siete estados han promulgado sus propias prohibiciones: Nueva York, Nueva Jersey, California, Hawai, Oregon, Washington y Nevada.
Junto con estos esfuerzos para reducir la demanda de marfil, los gobiernos en África trabajan para cortar el suministro mediante la represión de los cazadores furtivos en el terreno. Pero la demanda persiste, y las redes criminales que trafican con marfil son avanzadas, explica un artículo de Adrienn Kenyon del Earth Institute.
Al referirse a las mafias de marfil, Basil Seggos, miembro del Departamento de Conservación Ambiental del Estado de Nueva York dijo:»Estos son los terroristas y las pandillas que despliegan en forma de combate, matan a los animales con armas automáticas, usan motosierras para quitar el marfil de los elefantes mismos. Entonces los traficantes del mercado mundial están moviendo este material, de diferentes maneras, y moviéndolo a lugares como la ciudad de Nueva York, justo aquí, justo debajo de nuestras narices, en concesionarios de bellas artes en la Quinta Avenida «, afirmó .
En agosto pasado fueron destruidas dos toneladas de marfil, avaluado en 8 millones de dólares en un área del Central Park de Nueva York.
Autor: Adrienn Kenyon/Earth Institute Fotografías: Earth Institute