En 2016 Colombia reportó 275.000 toneladas de basura electrónica, equivalente a 5,6 kilogramos por habitante.
Un volumen de 44.7 millones de toneladas de residuos eléctrica y electrónica produjo el mundo durante 2016. Para el 2017 la cifra aumentó a 46 millones y este año superará los 49 millones de toneladas.
Según el estudio más reciente (2017) de la Universidad de Naciones Unidas (UNU), la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU, por su sigla en inglés) y la Asociación Internacional de Residuos Sólidos (ISWA, por su sigla en inglés), donde se establecieron las cantidades, los flujos de materiales y los recursos para atender la gestión de estos materiales conocidos como Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE); si no se hace una gestión integral, se afectarán las metas de Desarrollo Sostenible.
Del total producido en 2016, solo 8,9 millones de toneladas, equivalentes al 20% del total generado, se reportaron como gestionadas formalmente por sistemas de recolección y gestión de estos residuos.
¿Qué pasa en Colombia?
El informe reporta que Colombia generó 275.000 toneladas de desechos, equivalente a 5,6 kilogramos por habitante sobre una base de 48,750 millones de habitantes, en 2016.
Édgar Erazo, director ejecutivo de la Corporación EcoCómputo, firma encargada de la gestión integral de estos materiales en el país, de acuerdo con lo previsto en la ley 1672 de 2013 las instituciones colombianas que importan, comercializan y usan estos aparatos están obligadas a gestionar su reciclaje y a brindarle al consumidor los espacios para la recolección de los aparatos que ya no usen.
Es decir, que las grandes superficies, distribuidores, tiendas especializadas, importadores directos, entre otros, están obligados a prevenir el potencial daño causado por el mal manejo de estos residuos, habilitando espacios de recolección en sus áreas, dando información a sus clientes sobre cómo reciclar o diseñando estrategias para la devolución y recolección; y entregando la basura electrónica a los especialistas.
“La basura electrónica es uno de los desechos más contaminantes y genera riesgo para la salud de las personas y el ambiente, porque contiene sustancias como mercurio, plomo, cadmio, entre otros, que si se manipulan sin los cuidados necesarios pueden producir daños a mediano y largo plazo”.
La Corporación EcoCómputo, que desde 2012 opera en la recolección, transporte, almacenamiento, tratamiento y aprovechamiento de los residuos de computadores y periféricos; recolectó en 2017, 2.616 toneladas de estos residuos que incluyen computadores, monitores, teclados, impresoras, mouses, entre otros elementos. Para 2018 se espera lograr una recolección superior a las 2.500 toneladas.
El proceso de reciclaje
«Una vez recolectados, estos residuos llegan a un centro de acopio donde se hace una primera c
lasificación. Se verifica si estos pueden repararse, y si es así, los computadores arreglados se destinan a favorecer a la población vulnerable del país a través de diferentes ONG´s», explica el directivo.
Si los equipos están dañados, en la planta de procesamiento se llevará a cabo una segregación de residuos, separando las sustancias nocivas, nombradas anteriormente, del resto de componentes como plástico, hierro, aluminio, cobre o vidrio, para que las partes que sean reutilizables ingresen nuevamente al mercado y se empleen como material de exportación para generar así procesos de transformación o generación eléctrica.
Según Édgar Erazo, desde 2012 hemos conseguido recoger más de 10.500 toneladas en materiales provenientes de computadores y esperamos continuar creciendo. En la actualidad se cuenta con 120 puntos de recolección permanente, repartidos por todo el territorio nacional.