La información en territorios anteriormente vedados por el conflicto armado sigue siendo escasa. Se necesita más investigación en los grupos de invertebrados, pero la deforestación en estas zonas parece estar ganando la batalla.
José Antonio Paz Cardona / Mongabay Latam
Con el fin del conflicto armado con las FARC el medio ambiente enfrenta retos enormes. La deforestación asociada a la expansión ganadera, cultivos ilícitos y acaparamiento de tierras son los problemas más comunes que ya aquejan a algunos territorios en especial a la Amazonía. Sin embargo, al tiempo que esto ocurre, se vive una carrera contra el reloj para explorar territorios que antes estaban vedados para el mundo científico.
Hace unos meses el presidente Juan Manuel Santos anunció que 37 municipios del país ya se encontraban libres de minas antipersonal ─explosivos enterrados en ciertas zonas por la guerrilla de las FARC y otros grupos armados para intimidar a la Fuerza Pública y que se activaban fácilmente al pisarlas─. “En el año 2010 tuvimos 570 víctimas de minas. Fuimos el segundo país con mayores víctimas en el mundo entero después de Afganistán. En ese momento, cuando asumimos el Gobierno, teníamos 673 municipios con sospechas de minas, más de la mitad de la totalidad de municipios que tiene nuestro país. Hemos logrado declarar 188 municipios libres de minas (…) Vamos a declarar 37 libres de sospecha de minas. Con estos llegamos a 225 municipios libres de minas en estos últimos años”, dijo el presidente Santos.
Y es que en Colombia desde 1990 ha habido más de 11 500 víctimas por cuenta de estos artefactos, sin duda, una razón de peso para que la ciencia no haya podido entrar a estas zonas, donde se cree aún existe una gran biodiversidad por descubrir.
Con base en el anuncio que hizo el gobierno colombiano en marzo de este año, el SiB Colombia ─iniciativa gubernamental que tiene como propósito brindar acceso libre a información sobre la diversidad biológica del país─cruzó la información geográfica con datos abiertos publicados por cerca de 100 organizaciones de manera libre y gratuita y consolidó de forma gráfica el inventario de la biodiversidad en esos 37 municipios del país:
Puerto Santander en el departamento de Amazonas; Sabana Grande en Atlántico; Granada y Puerto Triunfo en Antioquia; Duitama, Otanche, Pauna y Quípama en Boyacá; Yopal en Casanare; Bosconia en Cesar; Condoto en Chocó; Cáqueza, Chipaque, Chocontá, Fómeque, Gachetá, Gama, Guasca, La Peña, Machetá, Quebradanegra, Quetame, Villagómez y Villapinzón en Cundinamarca; Inírida en Guainía; Albania en La Guajira; La Unión en Nariño; Santiago en Putumayo; Barrancabermeja en Santander; Coyaima, Prado, Mariquita y Villarrica en Tolima y; Bugalagrande, El Cerrito, Guacarí y La Cumbre en Valle del Cauca).
El SiB Colombia está conformado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Parques Nacionales Naturales, los 5 institutos de investigación del Sistema Nacional Ambiental (Instituto Humboldt, Invemar, Sinchi, IIAP e IDEAM) y la Universidad Nacional de Colombia.
El mapa generado por esta entidad ofrece los datos abiertos existentes sobre biodiversidad en estos 37 lugares, que tienen como evidencia una observación o un ejemplar depositado en una colección biológica del país. Este análisis registró más de 96 000 datos biológicos y muestra que los grupos más representativos de la biodiversidad en estos municipios son: plantas con 45 736 registros (47 %), aves con 37 902 (39 %), insectos con 4709 (5 %), peces óseos con 3717 (4 %) y anfibios con 1839 (2 %). (Vea aquí el mapa interactivo).
Posibilidad y riesgo
Según Dairo Escobar, coordinador del SiB Colombia, algo que caracteriza a estos 37 municipios que el gobierno declaró libres de minas antipersonal es que existe muy poca información sobre la biodiversidad que hay en esos territorios.
“A pesar de que hay 96 000 datos publicados en nuestra plataforma, es un número bastante bajo. Sin embargo, nos puede dar un indicio sobre lo que históricamente hemos registrado en esa áreas que han sido de difícil acceso y en qué grupos biológicos tenemos los mayores vacíos de información. De esta forma, inventarios y expediciones futuras podrán planificar mejor sus muestreos”, le dijo Escobar a Mongabay Latam.
El experto se muestra optimista pues espera que en un futuro cercano se pueda llegar a estos municipios y a otras zonas que hasta ahora han sido de imposible acceso para los científicos y académicos. Una de las esperanzas está puesta en las nuevas expediciones Colombia BIO, las cuales hacen parte de un proyecto liderado por Colciencias ─Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación de Colombia─ que ha venido trabajando de la mano de grandes investigadores y cineastas colombianos y ha presentado una serie de documentales sobre expediciones científicas que buscan registrar la biodiversidad de territorios que hasta hace poco permanecían inexplorados y parecían vetados por cuenta del conflicto armado.
Estamos en una carrera contra el tiempo y contra esos intereses no lícitos que se están llevando a cabo en esas áreas: Dairo Escobar
De hecho, el presidente Santos hizo el anuncio en marzo pasado durante la Sexta Plenaria de la Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (Ipbes), considerado el encuentro medioambiental más importante del planeta, que se llevó a cabo en Medellín. Allí dijo que para que el Fondo Colombia Bio sea una realidad ya se estaban gestionando recursos públicos, recursos privados,de cooperación internacional y de la banca multilateral. Sobre las expediciones ya realizadas aseguró que “en el balance de las Expediciones Colombia Bio se encuentra el descubrimiento de 131 especies endémicas y 211 especies con algún criterio de conservación. Igualmente se redescubrieron otras 4 especies dadas por desaparecidas. Ustedes se imaginan cuánto podríamos descubrir si hacemos 100 más”.
Según César Rey, director de Bosques, Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos del Ministerio de Ambiente, “lo que se pretende este año es articular esos esfuerzos del Gobierno Nacional en ciencia y tecnología con los temas de manejo territorial en términos de conservación, donde la información que se ha obtenido sobre nuevas especies ha sido fundamental. Este programa de Colombia Bio va a retornar muchísimos beneficios al país y nos pone como ejemplo a nivel internacional, como un país que valora su biodiversidad”.
La prioridad en investigación
Desde el SIB Colombia aseguran que la prioridad en investigación actualmente deben ser los invertebrados e insectos. “Esos son los grupos en los que tenemos mayores vacíos de información en el país y esas zonas que han estado vedadas por el conflicto pueden tener información y resultados muy interesantes”, comenta Dairo Escobar, coordinador del SIB Colombia.
Los datos que existen actualmente sobre invertebrados pueden estar sobreestimando o subestimando lo que se tiene de biodiversidad en esos grupos biológicos y es importante concentrarse en ellos.
Según dice el experto, en un ejercicio hecho durante 2016 y 2017 con 10 especialistas, se revisó el material de invertebrados en nueve colecciones biológicas de las 225 que tiene el país y encontraron cinco nuevas especies de invertebrados. “Eso no pasa en vertebrados (mamíferos, aves, reptiles, entre otros) porque son los grupos a los cuales los expertos en el país le han dedicado el mayor tiempo y están muy bien muestreados”.
Pero las nuevas expediciones deberían empezar lo más pronto posible, pues la deforestación ya les lleva la delantera y eso era algo que se preveía en esta etapa de posconflicto. “Se sabía que en estas zonas vedadas iban a entrar actividades de deforestación y explotación de recursos naturales de una manera irresponsable”, dice Escobar. Y es que las zonas con mayores vacíos de información corresponden en gran medida con aquellas donde Colombia cuenta con altas tasas de deforestación de bosques (pie de monte amazónico, Amazonía, Orinoquía). “Estamos en una carrera contra el tiempo y contra esos intereses no lícitos que se están llevando a cabo en esas áreas”, concluye.
El top
Estas son las especies que más registros obtuvieron y los municipios que más información biológica han documentado.
Las 5 especies con mayores registros son el guácharo con 722 (Steatornis caripensis), el frailejón con 700 (Espeletia grandiflora), el borrachero con 649 (Gaultheria anastomosans), el sirirí común con 551 (Tyrannus melancholicus) y el bichofué gritón con 468 (Pitangus sulphuratus).
Del volumen de registros, que en total para estos municipios son más de 96 000, hay evidencia de especímenes de un 50 % en colecciones biológicas y otro 50 % por concepto de observaciones. Por otra parte, si bien en la lista de departamentos con más datos se destacan La Guajira, Amazonas, Cundinamarca y Guainía, el mapa también identifica los municipios con menos información al respecto entre los cuales están La Peña, Quebradanegra, Gama y Villagómez (Cundinamarca), y Bosconia (Cesar).
Foto superior: ©Felipe Villegas
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