¿Por qué la tortuga carranchina está en peligro de extinción?
El bosque seco tropical del Caribe colombiano es el hábitat de la tortuga carranchina (Mesoclemmys dahli), una especie endémica de Colombia que se encuentra en peligro de extinción. La degradación y destrucción de estos bosques es la principal causa de que esta especie, tan poco estudiada, esté al borde de la desaparición.
Por ese motivo, científicos de la Universidad Nacional de Colombia, la Universidad de los Andes, Worldlife Conservation Society (WCS) Colombia y Turtle Survival Alliance realizaron un estudio genético que ha permitido conocer el verdadero estado de conservación de esta especie.
La investigación titulada Evidencia genética de poblaciones fragmentadas y endogamia en la tortuga ‘carranchina’ endémica de Colombia ha permitido hacer importantes hallazgos sobre esta especie que habita una de las áreas más degradadas del país, explica la bióloga Natalia Gallego García, coautora de la investigación.
Bosques que desaparecen
El grave problema de fragmentación que padecen los bosques secos tropicales en Colombia y en particular en el Caribe colombiano, hábitat de estas tortugas, se ha convertido en el más serio obstáculo para su supervivencia.
Los bosques secos tropicales de Colombia han sido severamente transformados y fragmentados por actividades humanas, principalmente por el pastoreo y la agricultura, señala la investigación publicada en Conservation Genetics.
“La tortuga carranchina está mucho más amenazada de lo que se pensaba, y de no tomarse medidas al respecto, se perderá pronto la especie. Si desaparece del Caribe colombiano, entonces, se extingue en todo el planeta porque no existe en ningún otro lugar del mundo”, explica Gallego.
Habita en arroyos y estanques, especialmente en aquellos con alto porcentaje de cobertura vegetal en sus riberas. Sin embargo, esta vegetación ha sido sometida a una deforestación intensa, y en algunos lugares, erradicada completamente, explica el artículo.
Pequeños grupos, mayor riesgo
Según la investigación, el nivel de fragmentación del hábitat conduce al fraccionamiento de la población, situación que se agudiza en el caso de esta especie debido a su dificultad de movimiento que le impide desplazarse hacia otras zonas del paisaje.
El hallazgo más significativo ha sido descubrir que la especie está fragmentada en pequeños grupos de muy pocos individuos. Debido a ello, está empezando a perder diversidad genética y aumentar la endogamia —reproducción con parientes cercanos— a niveles muy peligrosos.
La poca cantidad de individuos en estos grupos que, además, se encuentran aislados y con muy poca capacidad de desplazamiento, aumenta su riesgo de extinción.
La movilidad es muy importante para cualquier especie, ya que los migrantes llevan consigo genes nuevos que los residentes no tienen, aumentando así su diversidad genética, si esto no ocurre, la especie se hace más vulnerable a los cambios del ambiente y a una posible desaparición.
En cuanto al problema grave que se presenta con poblaciones pequeñas y aisladas por endogamia, es decir, reproducirse con parientes cercanos, incrementa la probabilidad de adquirir genes defectuosos o mutaciones, que derivan en enfermedades raras, esterilidad o incluso la muerte. En consecuencia, las poblaciones con alto nivel de endogamia están mucho más propensas a extinguirse.
“En el caso de esta especie de tortuga, los niveles de endogamia que encontramos son tan altos que se asemejan a los de un cruce entre medios hermanos, tío-sobrina, abuelo-nieta o cualquier combinación con un segundo grado de consanguinidad”, explica la bióloga.
Pérdida de diversidad genética
La especie también enfrenta otro problema denominado ‘deriva genética’, es decir, otra forma de perder diversidad genética, que se explica por la transmisión aleatoria de genes de padres a crías.
Como se trata de un proceso aleatorio, puede ocurrir que en esa transmisión algunos genes ya no sean heredados a la siguiente generación, por tanto, determinado gen desaparece para siempre.
La ‘deriva genética’ es mucho más fuerte en poblaciones pequeñas y conlleva la pérdida de genes de forma muy rápida.
Esfuerzos de conservación
El aumento en la mortalidad adulta debido al pisoteo del ganado, los incendios de pastos, sobre calentamiento y secado de algunas de las fuentes de agua que anteriormente persistían durante la estación seca, y la pérdida de sitios de anidación y estivación son otros problemas que enfrenta esta especie.
Germán Forero, Director Científico de WCS Colombia y coautor de la investigación, señala que se han iniciado actividades de recuperación de su hábitat en el departamento colombiano de César, donde se están restaurando bosques que protegen las quebradas, hogar de la especie.
“Hemos iniciado procesos de restauración en más de 30 hectáreas de vegetación ribereña, por medio de acuerdos con los propietarios. Todo esto busca mejorar la calidad del hábitat para la especie. También estamos trabajando en la identificación de un espacio adecuado para establecer un área protegida privada para preservar a la tortuga carranchina”, comenta.
También se está diseñando un programa de ‘rescate genético’ para la especie que consiste en mover individuos de un lugar a otro, con el fin de reducir sus niveles de endogamia y aumentar la diversidad genética. A pesar de las dificultades que enfrenta la tortuga carranchina, la labor de los científicos ofrece la esperanza de que aún permanezcan en el planeta.
Foto portada: ©Luis Rojas.
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