“Venezuela no es un país quebrado es simplemente mal administrado. Si permitimos que el Arco Minero vaya adelante y no levantamos nuestra voz de defensa, cometeremos un grave crimen”: Paulino Núñez, filósofo.
Un SOS mundial por la contaminación y pérdida de biodiversidad en varios estados de Venezuela, lanzó el documental Arco Minero del Orinoco, desastre ambiental en desarrollo, ante el avance de la minería a cielo abierto.
Diferentes sectores académicos exponen en esta producción, su rechazo al Decreto 2248 que creó la llamada Zona de Desarrollo Estratégico Nacional «Arco Minero del Orinoco», otorgando 111 mil km² a la explotación de oro, diamante, cobre, plata, níquel, entre otros metales.
Dicho decreto, firmado el 24 de febrero de 2016, por Nicolás Maduro, avaló a 35 empresas extractivas nacionales y extranjeras en 153 contratos por los próximos 35 años.
“Es un atentado ambiental planetario”, “Es un crimen intergeneracional”, “Es un Estado dentro de otro Estado”, “Salimos de la renta petrolera para salir al rentismo minero”, “No hay contrato más leonino que el firmado por Maduro”; son algunas de las voces desesperadas de científicos, investigadores, geólogos, ambientalistas, filósofos e indígenas.
Las 111 mil hectáreas de bosque, muchas de las cuales están en proceso de destrucción, corresponden al 12 por ciento del territorio venezolano, es decir un equivalente a dos veces Costa Rica.
“Están bombardeando a todos los parques nacionales de la Amazonia y contaminando los ríos y caños con mercurio, en Colombia y Venezuela”, lamenta Romen Guzamana, diputado indígena de la Asamblea Nacional.
En efecto, expertos alegan que este proyecto afectará directamente a la cuencas de los ríos Guri, Caroni, y toda su red de afluentes, al parque Canaima que alberga el Salto del Ángel y ‘se sacrificará’ el río Orinoco con perjuicio a los pueblos indígenas, al delta del Orinoco, las Guayanas así como también Trinidad & Tobago.
Adicional a la devastación con maquinaria, uso de cianuro y mercurio en grandes volúmenes y a la violación de normas como la consulta a las comunidades aborígenes de la zona; el trabajo fílmico denuncia el incremento de la violencia interna por presencia de bandas criminales, fracciones de guerrilla colombiana y corrupción de organismos policiales.
El documental llama la atención del retorno de epidemias que ya habían desaparecido en la región como paludismo, difteria y tosferina. La malaria, explica, es hoy más alta en el Arco Minero que en el resto del mundo.
“Venezuela no es un país quebrado es simplemente mal administrado. Si permitimos que el Arco Minero vaya adelante y no levantamos nuestra voz de defensa, cometeremos un grave crimen”, exclama el filósofo Paulino Núñez.
El estreno del documental, que comprende cinco partes, se realizó este 21 de noviembre en la Universidad Central de Venezuela, en Caracas.
Su realizador es Miguel Yabrudes, documentalista, pintor, escultor y diseñador gráfico venezolano, ganador de más de 30 premios internacionales que hacen parte del patrimonio fílmico de Venezuela. Se destaca también por documentales como Cubagua y Ciudad Perdida de América.
El trabajo fílmico contó con el apoyo de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela, la Universidad Nacional Abierta, la Asamblea Nacional de Venezuela y organizaciones ambientales.
Imágenes: Miguel Yabrudes.
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