Santa Cruz del Islote, una isla artificial vulnerable al cambio climático
Este lugar, en el que viven entre 700 y 1000 personas en solo 1,57 hectáreas, es considerado una de las zonas más densamente pobladas en el mundo. Pese a los avances que deja la erosión y el aumento del nivel del mar en el territorio, la isla no cuenta con un plan de evacuación por parte de las autoridades.
Olga Cecilia Guerrero / Red Prensa Verde
Ignacio Galán / Shots de Ciencia
Alexander Atencio Gaspar llegó hace 18 años a Santa Cruz del Islote para ser profesor de la escuela. Su nueva vida laboral le causó un fuerte choque. Venía de la ciudad y debía acostumbrarse a vivir en una hectárea de suelo en medio del mar. A pesar del intenso calor, no había luz, ni agua potable.
En medio de su rutina como docente, supo que había carencias más allá de la educación, tantas que terminó involucrándose en la vida isleña, viviendo sus problemáticas y, con los años, convirtiéndose en líder comunitario.
En este camino encontró que los asuntos ambientales eran de los más complejos del islote. Iban desde el manejo de la pesca, los residuos y el uso de las especies forestales en las islas. Pero había uno de gran magnitud: el impacto que el cambio climático estaba teniendo en ese pequeño territorio.
“Santa Cruz está peligrando hace muchos años debido a fenómenos antrópicos como es el ascenso del nivel del mar. Anteriormente la marea subía en noviembre, pero me acaba de decir un nativo que, ayer, la marea se alzó inmensamente y solo estamos en mayo. El problema grave es ese, la subida de la marea y la erosión costera. Hay deterioro y desaparición de las islas”
Esos cambios en la marea se están intensificando. Antes era de 10 centímetros y ahora son de 20. Las temporadas de calor se daban en un periodo, ahora son en otro. Cuenta también que el mar se mete al islote, entra a las habitaciones y a sus angostas calles. A la vez hay mucha sequía. Allí la mayoría de las casas tienen un muro de contención porque la misma marea, con su impacto, se las lleva.
«Un dato que pocos manejan: 1.57 hectáreas, es el tamaño de esta isla. Tenemos aproximadamente 700 personas viviendo en temporadas bajas. En temporadas altas fluctúan alrededor de 900-1000 personas. Cuando hablo de fluctuación, son las personas que están por fuera: estudiando, que vienen acá a festejar, a compartir con sus familiares. Retomando nuevamente el tema del enfoque ambiental, es así como en el quehacer y el sentir de formar el grupo ecológico es buscar alianzas con las instituciones que realmente tienen una competencia, más no la están cumpliendo.
¿Por qué digo esto? Aquí hay alrededor de cinco o seis, si no es más, dependencias estatales que tienen una responsabilidad misional y las menciono: Agencia Nacional de Tierras, Alcaldía de Cartagena, Parques Nacionales, Cardique, Armada Nacional, Corporación de Turismo, Dirección Marítima, la comunidad como tal porque también es un estamento social, los hoteles y los asociados en pequeñas microempresas o en pequeños negocios de emprendimiento. Estamos hablando de un sinnúmero de entidades que, si por lo menos fueran inteligentes, se reunirían en una mesa de diálogo donde cada objetivo de ellos apuntara a un objetivo común ¿cuál es? el cuidado y protección de las islas de San Bernardo«.
Lápices contra la erosión
El otro efecto visible en Santa Cruz del Islote, es la erosión costera, en la que el permanente golpeteo de las olas, vientos y mareas va causando pérdida de suelo. Al ser una isla artificial, el mar entra en contacto directamente con las viviendas.
Su nombre original es Islote de San Bernardo, pero tomó el de la advocación religiosa del lugar, la ‘Santa Cruz de Mayo’. La isla fue construida sobre un cayo que era utilizado por pescadores. Poco a poco lo fueron rellenando con rocas sacadas del mar o ´rocas muertas´ como las llaman los nativos, para construir las primeras casas. Los isleños dicen que le han robado territorio al mar para cementar el poblado, por lo cual es considerada isla artificial.
Juvenal Julio, de 75 años y líder de la comunidad del Islote cuenta que la erosión y el aumento del nivel del mar los ha afectado, pero ellos no se dejan. Si no hubiesen hecho las obras para sostener la isla, ya no estaría en pie. Se refiere a las barreras rompeolas, llamadas coloquialmente ‘lápices de material’, que se elaboran en cemento y varilla.
“Uno los hace con moldes y, cuando ya están, los va lanzando al mar y ahí se va piloteando y se van construyendo los cuadritos. Aquí en esta casa no se ha metido el mar, pero las que están más bajas, como la de al lado, se entra a los cuartos y a la sala. Le hemos ido robando el terreno al mar… De todas maneras, estamos sobre la roca de Dios y él nos mantiene bien”, agrega Juan Guillermo Perry Escobar, nativo de 66 años.
Guillermo, es el responsable de uno de los dos acuarios del poblado donde exhiben tiburones, pargos, meros y otros peces, para generar ingresos por turismo. En ese avance para ganar terreno marino construyó varias albercas y elevó su casa donde se siente protegido:
“Nosotros nacimos aquí, somos afrodescendientes, el mar me llegaba a la rodilla, había tempestades y mal tiempo y el gobierno no venía. No había luz, solo un trapito y ACPM. Nacimos aquí y así nos gustó, luego las cosas fueron cambiando. Esto era puro mar, donde estamos ubicados, por ahí 30 metros de fondo y 40 de ancho, esto lo hice yo en 30 años porque no teníamos donde vivir, hoy en día estamos aquí. Hay que tenerlo en mantenimiento, uno tiene que meterle dinero, si no, se cae”.
A Santa Cruz del Islote se le conoce como la isla más densamente poblada del mundo porque allí habitan entre 700 y 1000 personas, en solo 1,57 hectáreas, según la temporada. De la actividad pesquera, la población ha ido migrando al turismo, debido al agotamiento de los recursos, a los efectos climáticos y a la falta de coordinación de las instituciones, como lo expresa el profesor Alexander Atencio:
“Es un problema complicado y es una falta de política a nivel central y local porque, tengo entendido, que hace 10 años Cartagena hizo uno de los documentos más importantes que se han hecho sobre cambio climático. Si no recuerdo mal, es el 4C”.
Se trata de los estudios del llamado Plan Cartagena, Competitiva y Compatible con el Clima 4C, financiados por el Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido (DFID por sus siglas en inglés) y la Dirección General de Cooperación Internacional (DGIS) de los Países Bajos. A partir de estos convenios, se produjeron diferentes documentos que analizaban la situación del Distrito de Cartagena, catalogada como una de las ciudades que más sufrirá las consecuencias del cambio climático en el mundo. Y aunque Santa Cruz del Islote hace parte del área protegida desde Parques Nacionales, depende administrativamente de esta ciudad, así como todo el archipiélago de San Bernardo, conformado por nueve islas.
Uno de los documentos del 4C es Lineamientos de adaptación al cambio climático del área insular del Distrito de Cartagena de Indias, realizado en 2014. En su análisis de vulnerabilidad socioeconómica, plantea un escenario en el que califica al islote con el mayor impacto del archipiélago, con un 62,2%.
“Se presenta para toda el área afectada una vulnerabilidad social y económica muy alta; lo que permite categorizar al islote como un área en donde se conjuga una alta sensibilidad, alta afectación, que lleva a que esta área pueda tener un impacto considerable por el aumento del nivel del mar, especialmente en las viviendas y la población asentada más cerca al mar”.
También advierte que, según modelos y un escenario pesimista, al año 2040, el 75% del área del islote estaría inundado, por lo cual a esa fecha las condiciones no serán óptimas para que sea habitado. Y anuncia que allí se verá vulnerada más de la mitad de la población, equivalente a 125 hogares, conformados por 621 personas en 102 viviendas
Una situación que desde hace muchos años preocupa a un científico que habita el archipiélago, el profesor Fabio Flórez, quien ha estudiado el territorio por más de cuatro décadas y, cada vez que puede, lanza un grito de auxilio para que desde el centro miren hacia la zona insular.
«¡Terrible! Para mí la isla de mayor peligro es: la comunidad de Santa Cruz del Islote. Increíble. Una comunidad con origen de ─más o menos─ 350 años de vida. Actualmente sometida al cambio climático, a una afectación total sobre la comunidad, con el aumento del nivel del mar ─que invade sus pequeñas casas, sus pequeños sitios de habitación─. Una comunidad totalmente anfibia, que yo considero lo más desarrollado en pesca artesanal marina de Colombia, está en Santa Cruz del Islote. Artesanos empíricos, poniendo en práctica diferentes clases de faena de pesca ─algunas un poco contradictorias─ en la explotación del recurso acuático marino«.
Vulnerabilidad en la zona insular de Cartagena:
Ocho años después de la publicación del estudio ¿qué ha pasado con el Plan C4? Responde el docente Atencio:
«Tengo entendido que hace alrededor de 10 años Cartagena hizo uno de los documentos más grandes que tuvo sobre cambio climático. Si no me equivoco se llamaba C4. Entonces no sé para qué hicieron ese estudio… para ponerle unas murallas a Cartagena, pero la zona insular, que realmente es al que está pasando los embates, la que está sufriendo con este cambio climático, en diferentes temas económicos, sociales, culturales, ¿que está pasando con esta comunidad? ¿Dónde están los impactos económicos, sociales y ambientales que arrojó esa investigación en donde se gastó una gran cantidad de dinero?.
Me parece que son cosas sin sentido, son cosas que creería que el mismo Ministerio de Medio Ambiente debe apropiarse. Ahora, a través del resorte que hicieron con el tema de áreas marinas protegidas, que cogieron 568.000 hectáreas y las convirtieron en área protegida, con 19 comunidades. Dentro de ese proceso de consulta en el cual fui partícipe como representante legal y como consultor sobre esos temas en esta zona, se llegaron a unos preacuerdos, pero los acuerdos han quedado ahí. Hace 3-4 años hicimos un componente del capítulo étnico donde se incorporó el tema de idiosincrasia insular dentro de la política del plan de manejo de área marina protegida, y eso ha quedado ahí.
Pienso que hay mucha negligencia, mucha incompetencia por parte del ente estatal. Hay que sacarles el verdadero sentir a estos procesos, como lo hacen los países extranjeros que cuando cogen un tema ambiental lo empiezan y lo terminan. Buscan los recursos a nivel nacional e internacional para poder mitigar esos acuerdos que se hacen. No le veo sentido a gastarse tres mil, dos mil, mil millones de pesos en un proceso de pre consulta, para que quede 10 años, 15 años, que cualquier gobierno venga y lo implante… En 10, 15 años que quiera ocurrir, las islas desaparecieron«.
Red Prensa Verde y Shots de Ciencia consultaron al Establecimiento Público Ambiental de Cartagena (EPA) sobre los avances de los planes de atención proyectados para esta zona insular dentro de la emergencia climática. Sin embargo, el EPA respondió que el Plan 4C ya no está vigente. La administración lo está actualizando y ahora se denomina Plan Integral de Gestión de Cambio Climático proyectado en cinco fases, de las cuales se encuentra en la primera, de alistamiento. Dicho proyecto no cuenta con información que involucre a la zona insular.
Ante esto, Atencio muestra su desilusión y hace un listado de instituciones que tienen competencia y responsabilidad misional en el archipiélago, pero que no la están cumpliendo.
«Siempre hemos estado marginados, aquí no se ha logrado nada sin lucha jurídica, nada. Aquí desde el 2015 tengo instaurada una acción popular en el Contencioso de Cundinamarca. Bajo el principio de un plan de evacuación, necesidades básicas insatisfechas y unos acuerdos de Parques Nacionales a través de la consulta del Plan de Manejo, ya la consulta se hizo. Fue un escenario que se logró gracias a Dios. Estamos esperando a que las acciones se hagan.
Todo ha sido a través de luchas. No solo de nosotros como líderes sino de personas que han estado interesados: abogados, antropólogos, sociólogos… que ven en estas comunidades un futuro cultural, ambiental y social, o sea, un patrimonio. Como pueblo negro, como pueblo étnico, fuimos amparados por la norma de 2011, tenemos unas prioridades y unas condiciones como minoría étnica que nos protege y nos salvaguarda frente al resto de la población colombiana.
Gestión del Riesgo está demandado dentro de las necesidades básicas insatisfechas en el 2015. Hizo unos estudios previos de pequeñas cosas, para salir del paso, pero eso vienen cada seis meses cuando se inunda o cuando ocurre un mar de leva que impacta a la comunidad, de resto no viene».
Afirma también que la comunidad, pese a que convive a diario con los desajustes climáticos, no está tan informada sobre el tema:
“Si partimos a la comunidad en tres escenarios, adultos y jóvenes y niños; los dos primeros no han dimensionado la preocupación sobre el cambio climático tal vez por desconocimiento,. Como no ha venido nadie a hacer un estudio específico, nadie los ha educado. Los niños sí tienen idea y enfoque porque desde la escuela se les viene enseñando”.
Menciona que hay un tema que también es preocupante frente a la emergencia climática: el turismo desbordado. Está haciendo que el problema incremente, dada la alta generación de residuos sólidos e impactos a la flora y fauna. Reclama un plan para equilibrar la capacidad de carga del islote.
Un asunto que, indica, no se ha cumplido por parte de Parques Nacionales y que se trabajó cuando se realizaron los procesos de consulta previa para la creación de una gran Area Marina Protegida en Cartagena.
Otro aspecto en el que insiste Atencio, es cómo la comunidad ha abogado en los últimos años por tener un plan de evacuación ante una eventualidad, que a la fecha tampoco está proyectado.
Después de 18 años en la isla, el profesor Atencio ahora es director de la Institución Educativa Santa Cruz del Islote en la que estudian 225 niños en primaria y secundaria, y en la que trabajan 12 docentes, en cinco salones y dos jornadas. Además, dicta la materia de ecoturismo en bachillerato desde el enfoque, ambiental, social y cultural.
En este tiempo, el docente, quien ha destinado su tiempo libre a defender los derechos de la isla y de sus habitantes, se graduó también como dirigente local.
Su amor por ese territorio lo expresa diciendo que, a pesar de todos los conflictos socioambientales, la isla es un orgullo para la nación, porque tiene una cultura cimentada en una idiosincrasia y cosmovisión de hace más de 200 años.
Para él, el concepto ‘de la isla más densamente poblada del mundo’ va más allá del mismo poblamiento y de la necesidad de adaptación y de la resiliencia en las condiciones climáticas:
“Santa Cruz del Islote es un ejemplo de cómo será el mundo a futuro. La gente aquí sabe vivir en pequeños espacios geográficos. Sabe canalizar y dar importancia al agua. Y tiene la capacidad de lograr una cohesión social al convivir entre 700 y mil personas en 1,57 hectáreas. En esta isla artificial, el día a día es interactuar con la gente, vivir la necesidad de la gente y esconderse en la problemática de la gente. Es lo que el mundo vivirá dentro de pocos años”.
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CREADORES
Este informe especial fue producido en una alianza periodística de Red Prensa Verde y Shots deCiencia, como parte del proyecto Narrativas Climáticas del Periodismo Regional bajo el patrocinio de la Fundación Heinrich Böll Colombia, CENSAT Agua Viva y Ministerio de Medio Ambiente Alemán.
OLGA CECILIA GUERRERO R.
Periodista ambiental /Red Prensa Verde
Investigación y redacción
IGNACIO GALÁN DE BRIGARD
Periodista científico / Shots de Ciencia
Edición, fotografía, audio y video
shotsdeciencia@gmail.com
MARÍA MÓNICA MONSALVE
Bogotá, Colombia, septiembre de 2022
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