Está integrada por investigadores, entidades y comunidades que conviven con la especie. Los ciudadanos podrán reportar casos de animales que requieran un rescate.
Desde enero del 2010 y hasta julio de 2023, se han contabilizado 40 varamientos de manatíes (Trinchechus manatus manatus) en diferentes ciénegas del Magdalena Medio.
Estos mamíferos a lo largo de su historia han tenido muchos obstáculos. No solo fueron cazados durante décadas para consumir su carne, sino que muchos otros han muerto al tener accidentes por choques con embarcaciones o al enredarse con mallas de pesca.
Pero, según las autoridades ambientales, el mayor conflicto que viven estos animales es la transformación y el secamiento de las ciénagas —su principal hábitat— debido a la ganadería y agricultura.
También, los fenómenos de variabilidad climática, como El Niño, han llevado a que esos enormes cuerpos de agua presenten disminuciones drásticas en sus niveles, aumentando el riesgo de que los manatíes enfrenten atascos o varamientos inesperados.
31 manatíes han muerto
Los reportes de estos varamientos se han reportado especialmente en la Ciénaga de Paredes, situada entre los municipios de Puerto Wilches y Sabana de Torres, en Santander, con el 52,5 por ciento de los casos. También en Barrancabermeja, Cimitarra y Puerto Parra.
Antioquia ocupa el segundo lugar, con el 17,5 por ciento, especialmente en Yondó. Le sigue Bolívar, con el 17,5 por ciento, en Simití; y Cesar, con el 12 por ciento, en Aguachica y San Martín.
El 12,5 por ciento de los incidentes fueron clasificados como varamientos masivos, lo que significa que dos o más manatíes fueron hallados sin poder nadar.
El mayor número de animales en esta situación se registró en 2020, en el Complejo Cenagoso El Totumo (Antioquia), con 36 animales vivos empozados.
A su vez, el segundo más alto se reportó en 2010 en Ciénaga de Paredes (Santander), con 12 animales varados. Las autoridades conocieron que cuatro animales habían sido atrapados intencionadamente por lugareños con redes de pesca, quienes luego los liberaron.
En total, de estos 40 varamientos, 31 manatíes murieron. Carlos Saavedra, coordinador del Proyecto Vida Silvestre (PVS), explica que cualquier esfuerzo que se haga, por salvar un solo manatí, es importante, ya que este es un animal que tiene una baja escala de reproducción. Su periodo de gestación es de al menos 13 meses y el cuidado parental dura dos años, y hay muchos machos y hembras que han quedado aislados, generando dificultades para la persistencia de las poblaciones:
“En este caso estamos hablando de salvar individuos para, posteriormente, lograr proteger poblaciones. Tener una herramienta de gestión a favor de ellos, así no sea perfecta, y que facilite la organización de los rescates y la comunicación en esos procesos, resulta definitiva”.
Comunidad por los mataníes
La red nace a partir de las cifras de incidentes y ante la necesidad de que el manatí recupere sus escenarios naturales.
Funciona como un 911, es decir, es una línea de emergencia a la que cualquier persona puede llamar para reportar un individuo en aprietos.
El número principal es 322-9838738. Al hacer un reporte y explicar las características de una situación específica, tres comités que la conforman: operativo, técnico-científico y de difusión, serán los encargados de determinar las acciones a seguir.
Luego definirán, dependiendo de la ubicación del ejemplar en dificultades, quiénes serían los expertos encargados de liderar esa asistencia.
La Corporación Autónoma Regional de Antioquia (Corantioquia), reportó que las comunidades que apoyan esta tarea, han sido capacitadas para ejecutar un protocolo de primeros auxilios a los manatíes, que incluye reubicar al animal herido o encallado en un sitio donde se pueda mantener húmedo, o también darle sombra si aparece fuera del agua.
Han sido entrenados, habitantes de las veredas El Totumo y el Descanso (Yondó, Antioquia), Riberas del San Juan (Cimitarra-Santander), Bocas del Carare, La Sierra (Puerto Parra-Santander) y Campo Amalia, en Aguachica (Cesar), o en sitios cercanos a ciénagas como la de Paredes (entre Puerto Wilches y Sabana de Torres, en Santander).
En todo este proceso de asistencia, la observación es clave antes de actuar, explican las autoridades ambientales. Por ejemplo, si el manatí está enredado en una malla, no es recomendable tratar de cortarla para liberarlo. “A veces es mejor esperar la ayuda de un experto para saber si es necesario prestarle algún tipo de atención antes de soltarlo completamente, ya sea por una herida o un deterioro evidente. Hay que desempeñarse con mucho tacto, y es lo que hemos inculcado a los miembros de las comunidades que hacen parte de la red”, explica Katerin Arévalo González, bióloga experta en manatíes de la Fundación Cabildo Verde y gestora de la Red.
Las personas saben que otra buena acción es tomar fotografías y enviarlas por WhatsApp al número ya indicado. De esta forma, los profesionales comenzarán a tener una idea más clara de la situación y planearán las acciones necesarias.
Del total de incidentes entre 2010 y 2023, el 87,5 por ciento de estos eventos fueron reportados por comunidades, así como por instituciones gubernamentales, o no gubernamentales, presentes en el territorio.
Esto demuestra que el trabajo en equipo sí puede dar resultados y hacer la diferencia en momentos en que la especies busca y necesita de oportunidades para sobrevivir.
Ana María Jiménez, profesional ambiental de Ecopetrol en Barrancabermeja, advierte: “Promoveremos, la socialización de esta Red para ayudar a los manatíes. Se gesta un trabajo articulado entre las instituciones y las comunidades, para salvaguardar y mantener las condiciones de vida de una especie trascendental para el Magdalena Medio, que desde hace muchos años reclama amparo y larga vida”.
La Red está conformada por: comunidades de pescadores, la Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS), la Alcaldía de Barrancabermeja, la Fundación Cabildo Verde y WCS Colombia, estas dos últimas organizaciones han hecho aportes desde el Proyecto Vida Silvestre (PVS), iniciativa que financian Ecopetrol y el Fondo Acción.
Se suman la Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia (Corantioquia) y las alcaldías de Puerto Parra y Sabana de Torres, en Santander, y Simití (sur de Bolívar). Desde el exterior participan, la Red de Varamientos de Quintana Roo, en México, y del Centro de Conservación de Manatíes del Caribe, en Puerto Rico.