PreCOP de Biodiversidad dejó siete compromisos: ¿Cómo cumplirlos?
La Meta 30×30 busca que los países de la PreCOP protejan al menos el 30 % de sus mares y tierras a 2030. Se necesitan 100 000 millones de dólares/año para conservar y proteger puntos calientes de biodiversidad en el planeta.
José Antonio Paz Cardona /Mongabay Latam
El 30 de agosto Colombia fue anfitrión de la PreCOP de Biodiversidad, un evento previo a la COP que se realizará en los próximos meses en China, donde se busca establecer la hoja de ruta que la humanidad acordará e implementará para revertir la pérdida de naturaleza de aquí a 2030. Este es un plan que se actualiza cada 10 años, y debía realizarse en 2020, pero cuyas negociaciones han tardado por cuenta de la pandemia.
La COP de Biodiversidad es una gran conferencia internacional que se realiza cada dos años y donde se reúnen los 195 países miembros del Convenio sobre la Diversidad Biológica, un tratado mundial creado en 1992 para conservar la biodiversidad, utilizarla de manera sostenible y aprovechar de una manera justa y equitativa los beneficios que se deriven del uso de los recursos genéticos.
El encuentro de la PreCOP tuvo lugar en Leticia, capital del departamento de Amazonas, y se realizó en la maloca de la comunidad indígena Yusi Monilla Amena. Una vez finalizado se llegó a una declaración conjunta de siete puntos que hacen llamados a la acción para detener la pérdida de biodiversidad. Sin embargo, varias organizaciones ambientales, como WWF, destacan que estas propuestas deben salir del discurso y traducirse en acciones concretas medibles o “de lo contrario, la capacidad de revertir la pérdida de naturaleza en la próxima década estaría en riesgo”.
Las demandas de las comunidades indígenas
La PreCOP de Biodiversidad fue un encuentro de líderes de todos los continentes, donde también tuvieron voz las comunidades indígenas y algunos sectores de la sociedad civil, para darle impulso político a las negociaciones sobre el Marco Global de Biodiversidad que se discutirá en China a finales de este año. El objetivo de la PreCOP es trabajar —no solo durante el evento del 30 de agosto sino en múltiples reuniones que se vienen realizando desde el 23 de agosto hasta el 3 de septiembre— en un borrador de este marco, con metas medibles, alcanzables y realistas.
Distintas organizaciones ambientalistas insisten en que es importante no repetir lo que ocurrió con las 20 Metas Aichi, que conformaron el plan estratégico para la década 2011-2020 y que, según informó Naciones Unidas, no se cumplieron por no contar con metas medibles y carecer de financiación suficiente.
Sin embargo, en un primer momento, fue una imagen la que se robó casi toda la atención de lo que sucedió en Leticia. Se desató una fuerte polémica porque mientras el presidente Iván Duque estaba sentado en una gran mesa junto al ministro de Ambiente Carlos Eduardo Correa y la jefe de Gabinete de la Presidencia María Paula Correa, los indígenas Yusi Monilla Amena, anfitriones del evento, estaban ubicados alrededor de esta mesa y en una posición muy por debajo del presidente Iván Duque, sentados en butacas tradicionales de madera. Sumado a esto, también hubo críticas porque no se les dio la palabra a los representantes de la comunidad ancestral amazónica en la parte inaugural de la PreCOP.
“El mundo al revés: los indígenas son colocados como una especie de decoración en la sesión inaugural de #PreCOPBiodiversidad2021. ¿Por qué no les dieron la palabra, en forma central? En últimas, siguen siendo los únicos guardianes de la biodiversidad en la Amazonía”, indicó en Twitter el exministro de Ambiente de Colombia, Manuel Rodríguez.
Al final del evento el presidente se sentó en las butacas con los pobladores indígenas y después los funcionarios de la Presidencia se excusaron diciendo que la comunidad ancestral les indicó que ellos solo se sientan en sus butacas de pensamiento. Además, que para los líderes indígenas la mesa representa un lugar solo para alimentar el cuerpo material y espiritual, y para ofrecer sus pagamentos (ofrendas). Estas explicaciones, sin embargo, no fueron suficientes para calmar la controversia y varios antropólogos señalaron que el equipo presidencial debió sentarse con los indígenas en las butacas, respetando las tradiciones de la comunidad.
A pesar de las críticas y de no haber tenido un espacio en el evento inaugural, Absalón Arango, capitán de los Yusi Monilla Amena, dio un discurso que causó aplausos entre los asistentes y donde destacó la urgencia de conservar la biodiversidad y de asumir compromisos reales.
“Nosotros como pueblos indígenas, no solo de este sector [Amazonía] sino de cualquier lugar donde se encuentre un pueblo indígena, somos conscientes de lo que está pasando. No es mentira el cambio climático, no es mentira el deterioro de la biodiversidad. Nosotros también somos hombres de ciencia, escuchamos, sentimos y vivimos el cambio que hay en nuestros bosques primarios, en nuestra selva. Coincidimos con la ciencia ambiental. ¿Si nosotros no hacemos un cambio inmediato, qué será de nosotros?”, dijo Arango quien pertenece a la etnia uitoto.
El capitán de la comunidad indígena le envió un mensaje a todos los jefes de Estado que participan de la Convención sobre la Diversidad Biológica para que reconozcan “los gritos de la madre naturaleza” que pide que no la destruyan, que no la talen más y que no dañen sus ríos. “No es mentira, miren las inundaciones, los incendios, las avalanchas, los terremotos. Pero no queremos hacer caso y por eso es importante un compromiso de los gobernantes en que nos unamos, no de palabra, sino que de verdad nos ayudemos. Ayuden a los pueblos originarios a conservar nuestros bosques primarios”.
Arango resaltó también que en la tarea de luchar contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad deben involucrarse los bancos, las organizaciones no gubernamentales, las empresas privadas y todos los gobiernos a nivel mundial. “Muy bonito que cada país viene trabajando en protección, conservación y creación de áreas protegidas; pero también qué bonito que otro país, que tenga recursos, ayude al país que no tiene, para volvernos aliados de la Tierra y no hablar de vida de aquí al 2050 sino de muchos años más”.
El líder indígena aseguró que los indígenas no quieren más tierras solo por capricho sino para seguirlas cuidando para el mundo, “porque nosotros no hacemos monocultivos. Para bajar una hoja debemos pedirle permiso a la madre naturaleza y así vivimos en armonía”.
Finalmente, el líder indígena hizo un llamado a que los gobernantes de cada país no dejen a los pueblos originarios e indígenas fuera de los temas ambientales que son de suma importancia. “Que por ejemplo el presidente de Brasil, nuestro hermano país, reconozca la tarea que vienen haciendo nuestros hermanos indígenas”, comentó.
Siete compromisos
Uno de los mensajes más contundentes de la PreCOP de Biodiversidad lo dio Mathias Corman, Secretario General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), quien destacó que el marco de biodiversidad que se discutirá en China debe atender cuatro elementos críticos con eficacia.
El primero de ellos es que, en la mayor medida posible, las metas de la diversidad biológica que se definan y que reemplazarán a las Aichi de 2010, deben ser cuantificadas para poder monitorear el progreso de manera más eficaz y de una forma comparable de un país a otro.
En segundo lugar está el uso de indicadores del estado de la biodiversidad, “esos indicadores les permiten a todas las partes presentar informes y mejorar la transparencia y la rendición de cuentas”, argumentó.
Para Corman, el tercer elemento importante es expandir el uso de impuestos, tarifas y subsidios para incorporar la biodiversidad en todos los sectores con incentivos continuos para la producción y el consumo sostenibles. Finalmente, aseguró que esos incentivos deben ser incluidos entre los indicadores de las nuevas metas.
Cristián Samper, director ejecutivo de WCS, indicó que el mundo se enfrenta hoy no solo a la pérdida de biodiversidad sino a otras dos crisis: la pandemia y el cambio climático, y que todos estos problemas tienen como origen común una relación rota con la naturaleza.
También resaltó que más de la mitad del PIB mundial depende altamente de la naturaleza, por lo que la pérdida de biodiversidad es uno de los principales riesgos para la economía mundial.
Precisamente, otro de los puntos centrales abordados en Leticia fue el tema de financiamiento. “Quiero hacer un llamado a la movilización de recursos. Porque es necesario que en lo que surja, de cara a nuestra COP en China, tengamos herramientas financieras que ayuden a los países en estas estrategias. El cálculo es que se requieren alrededor de 100 000 millones de dólares al año solamente para conservar y proteger muchos de los tesoros o centros de biodiversidad en el planeta”, dijo el presidente Iván Duque.
Al final de la PreCOP los participantes de la reunión se pusieron de acuerdo en siete compromisos. Estos incluyen temas clave como generar cambios en los hábitos de consumo, mayor financiamiento a los países con menos recursos, mayor compromiso de los sectores extractivos para cuidar la biodiversidad, una mejor medición y monitoreo de los resultados alcanzados, y la generación de alianzas para alcanzar los compromisos trazados.
Si bien hay un respaldo a estos compromisos, los expertos insisten en que todos estos anuncios no se pueden quedar en palabras. “WWF hace un llamado para que los compromisos de alto nivel se traduzcan en ambición dentro de la sala de negociaciones. Ante la catastrófica pérdida de biodiversidad y la creciente preocupación pública, no podemos permitirnos el lujo de perder esta oportunidad única para la naturaleza con metas ambiciosas para los próximos 10 años. Los líderes deben afrontar el desafío que tienen entre manos. Ahora miramos hacia la COP15, donde China asumirá la Presidencia y tendrá una oportunidad única de ayudar a traducir las propuestas que escuchamos hoy en el Marco Global de Biodiversidad”, aseguró Claire Blanchard, Jefa de Incidencia Global en WWF Internacional.
Por su parte, Cristián Samper de WCS, aseguró en nombre de un grupo de organizaciones ambientales y empresariales, que es necesario que se plantee una pérdida neta de cero en biodiversidad y que 2030 sea un hito importante para mejorar el equilibrio, la diversidad y la resiliencia de los ecosistemas y las especies.
“Debemos evitar la extinción de todas las especies conocidas y conservar por lo menos el 30 % de los ecosistemas marinos y terrestres. Para eso debemos movernos a modelos de producción y consumo más sostenibles, y promover una economía ecológica. En el marco pos 2020 se necesita ser más ambiciosos y garantizar el apoyo financiero”, comentó Samper.
Finalmente, durante la PreCOP, el presidente Iván Duque se refirió a la ratificación del Acuerdo de Escazú, uno de los temas ambientales que sigue siendo prioridad en Colombia.
“Le he pedido al ministro Correa que antes de radicado [presentado ante el Congreso], nosotros [el Ejecutivo] tengamos un período de 30 días donde vamos a estar haciendo ejercicio de socialización en todo el territorio nacional para aclarar todas las dudas, y que eso nos permita fijarnos la meta de tener este año la ratificación del Acuerdo de Escazú”.
Diversas organizaciones ambientales y sociales colombianas están a la espera de que esto ocurra pues Escazú es el único tratado internacional que incluye la protección de defensores y defensoras ambientales, así como el fortalecimiento de instrumentos de transparencia de información y la participación de la ciudadanía en planes ambientales, temas vitales en un país como Colombia que, según el último informe de la organización Global Witness, publicado en 2020, es el país con más asesinatos de defensores ambientales. La expectativa frente a Escazú es grande pues el proyecto ya había sido presentado el año pasado y fue hundido hace poco más de dos meses luego de que su debate se aplazara constantemente y el Congreso no lo sometiera a votación.
Imagen superior: Precop Biodiversidad Leticia, Indígenas amazónicos dialogan con el ministro de Ambiente, Carlos Correa. Foto: Minambiente.
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