Expedición en el Yarí registra 299 especies de aves
El recorrido por las selvas y sabanas busca aportar al Inventario Nacional de Biodiversidad y a quienes toman decisiones en el manejo de estas áreas.
Durante 15 días de exploración científica, el Grupo de Fauna del Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas (Sinchi) registró 299 especies de aves, pertenecientes a 60 familias, en la sabanas de Yarí, en el departamento de Caquetá, en el sur de Colombia,
De estas cinco son consideradas como Vulnerables por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN): (R. vitellinus), (Crax alector), (Patagioenas subvinacea), (Ramphastos tucanus), (Touit huetii). Todas son nativas de Colombia, Brasil, Guyana Francesa, Guyana, Surinam, venezuela y otros países tropicales.
También fueron halladas 12 especies migratorias boreales y seis migratorias australes, dentro de las que hay garzas, águilas, chorlitos, atrapamoscas y golondrinas entre otras.
Mamíferos
Los investigadores encontraron 25 especies de tamaños medianos y grandes, pertenecientes a 14 familias. En la zona fue posible observar poblaciones abundantes de especies consideradas bajo un riesgo de amenaza como la nutria o perro de agua (Pteronura brasiliensis) catalogada en peligro; el mono araña (Ateles belzebuth), el lobo de río (Lontra longicaudis) y el oso palmero (Myrmecophaga tridactyla) consideradas como vulnerables.
Anfibios
En el área se evidenció una diversidad de anfibios en la que confluyen elementos de la fauna amazónica, orinocense y algunas especies propias de la región guayanesa. Dicha diversidad está compuesta por 41 especies de anfibios (sapos y ranas) pertenecientes a las familias Bufonidae (6 especies), Hylidae (23 especies), Leptodactylidae (9 especies), Microhylidae, Pipidae y Ranidae.
Reptiles
Los investigadores hicieron el registro de 24 especies en total, de estas fueron clasificados 9 lagartos, 12 serpientes, 2 caimanes y una tortuga. Se destacan las serpientes (Liophis typhlus) conocidas comúnmente como cazadoras y la abundancia de cocodrílidos en la parte alta del río Yarí, lo que denota muy poca presión de caza, dice el Sinchi.