US$ 6 billones es la cifra global por pérdida de servicios ecosistémicos. El Gobierno de El Salvador propuso declarar los próximos 10 años como el Decenio para la Restauración de Ecosistemas, con el objetivo de recuperar 2.000 millones de hectáreas.
Cada año, el mundo pierde servicios ecosistémicos que incluyen la producción de alimentos por más de US$ 6 billones a causa de la erosión y otras formas de degradación.
La cifra la consigna el estudio Restauración de bosques y paisajes, la clave para un futuro sostenible, catalogado como ‘sin precedentes’ y dado a conocer en las últimas horas en Nairobi (Kenya), por ONU Medio Ambiente.
Allí se narran los resultados de una investigación a largo plazo y en gran escala, sobre los casos de restauración de bosques y paisajes, y de oportunidades probadas en el tiempo para revivir las tierras áridas.
Para ONU Medio Ambiente la publicación llega un momento decisivo, cuando el planeta se enfrenta a incendios forestales, sequías y un número cada vez mayor de migrantes expulsados de sus hogares por la degradación de la tierra, la inseguridad alimentaria o el conflicto por los recursos naturales.
“Garantizar suficientes paisajes saludables y fértiles es clave para abordar estos apremiantes desafíos. Con 40% de la cobertura del suelo destinado a fines agrícolas a nivel global, el espacio para expandirnos es limitado”.
Por el camino de la restauración
Según el informe, las naciones de todo el mundo reconocen los beneficios económicos que aporta la inversión en restauración, y si bien las amenazas planteadas por la degradación son desalentadoras, nuestra creciente comprensión de cómo funcionan los sistemas naturales abre enormes oportunidades para un cambio positivo.
Hasta 2018, casi 50 países, entre ellos India, Kenia, Etiopía, México y Perú, se habían comprometido a restaurar más de 160 millones de hectáreas -el tamaño del subcontinente indio- a través de la iniciativa de restauración más grande del mundo: el Desafío de Bonn.
«Está claro que hay un movimiento creciente a favor de la restauración del paisaje a gran escala. Todas nuestras organizaciones aliadas que trabajan en este campo coinciden en que es hora de intensificar el trabajo en este sector. 350 millones de hectáreas de tierras degradadas tienen potencial de restauración para 2030, lo que da un gran impulso a la lucha contra el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la pobreza. Es esencial que nos movilicemos y aprovechemos esta oportunidad«, expresó Erik Solheim, director Ejecutivo de ONU Medio Ambiente.
Movimiento de restauradores
Para aumentar el impulso generado por el Desafío de Bonn, y con el objetivo de que se restauren más de 2.000 millones de hectáreas de tierras degradadas en todo el mundo, el gobierno de El Salvador propuso declarar los próximos 10 años como el Decenio para la Restauración de Ecosistemas, dedicado a promover la rehabilitación de tierras degradadas, dañadas y destruidas.
Tim Christophersen, presidente de la Alianza Mundial para la Restauración del Paisaje Forestal (GPFLR, siglas en inglés) , es una plataforma de 29 organizaciones internacionales y gobiernos que emitieron el informe, asegura que ha llegado el momento de la restauración de bosques y paisajes: “Después de probar el enfoque con éxito en más de 50 países, ahora estamos listos para expandirlo. Un movimiento global de restauración de ecosistemas es nuestra mejor esperanza para limitar el cambio climático, crear empleos verdes y mejorar la seguridad alimentaria e hídrica al mismo tiempo. Estamos listos para trabajar con todas las partes interesadas que deseen unirse a nosotros en este viaje «.
La GPFLR es una red global proactiva que une gobiernos, organizaciones, institutos académicos y de investigación, comunidades e individuos bajo un objetivo común: restaurar los bosques perdidos y degradados del mundo y sus paisajes circundantes. Es calificada como la respuesta directa al Desafío de Bonn para restaurar 150 millones de hectáreas de tierras deforestadas y degradadas para 2020, y 350 millones de hectáreas.