Consideran que el problema no es la meteorología sino las fuentes emisoras. «Las medidas de choque deberían ir hacia los vehículos diésel como volquetas, camiones, buses y camionetas».
Un comunicado de carácter técnico sobre la emergencia que vive Bogotá por mala calidad del aire, emitió un grupo de diez expertos de las universidades Nacional, La Salle, Los Andes y La Costa/UNAD.
Se trata de un mensaje con diez puntos específicos a propósito de la contingencia ambiental que vive la ciudad, en el que explican que como resultado de los procesos de investigación adelantados por distintas instituciones y universidades, hacen aclaraciones, con el objetivo de tener una mejor comprensión de la problemática:
1. La contaminación del aire en Bogotá es un problema recurrente, con demostrados efectos sobre la salud pública.
2. La contingencia presentada en los últimos días es típica en los meses de enero a marzo, periodo en el cual las condiciones meteorológicas dificultan la dispersión de contaminantes atmosféricos y se presentan eventos ocasionales tales como quemas e incendios forestales. Sin embargo, se debe tener claro que el problema no es la meteorología, sino la existencia de fuentes emisoras.
3. El material particulado (PM) es el contaminante de mayor preocupación en la ciudad. Las principales fuentes de emisión son los vehículos diésel, tales como camiones, camionetas, buses y volquetas, los cuales en su mayoría no cuentan con sistemas de control de emisiones. Las medidas de choque deberían apuntar a estos vehículos.
4. Adicionalmente, la resuspensión de polvo de vías y materiales de construcción incrementa las concentraciones de PM. Es necesario pavimentar el 100% de las vías, disponer de programas permanentes de limpieza y mantenimiento del anillo vial, mitigar el polvo en las construcciones y arborizar y revegetalizar más la ciudad.
5. Es necesario renovar la flota de buses de servicio público (incluyendo Transmilenio, SITP y SITP provisional) y adoptar sistemas de control y tecnologías más limpias en vehículos pesados.
6. Mientras se moderniza la flota vehicular, los operativos de control en vía deben ser más frecuentes y efectivos, así como la garantía de una adecuada inspección técnico- mecánica.
7. Las industrias que utilizan combustibles sólidos (carbón) y líquidos (fueloil) también son importantes fuentes de PM. Por lo tanto, las medidas correctivas deberían incluir estos sectores.
8. Si bien la autoridad ambiental tiene un papel líder en la gestión de la calidad del aire, la implementación de programas de reducción de emisiones es también responsabilidad del sector movilidad, salud, mantenimiento vial y planeamiento urbano. Urge diseñar e implementar medidas efectivas de orden interinstitucional.
9. Es importante optimizar los canales de comunicación por parte de la autoridad ambiental y de salud, de tal forma que la población tenga información certera y oportuna de los riesgos a los que está expuesta y las medidas preventivas que debe tomar.
10. Por último, urge que la administración adopte medidas preventivas y correctivas más allá de esta emergencia ambiental, ya que las principales fuentes emisoras de PM se mantienen durante todo el año y la ciudad no puede depender exclusivamente de unas condiciones meteorológicas favorables para garantizar una buena calidad del aire.
Por último señalan: “Esperamos que esta información sea de utilidad para afrontar la actual emergencia y prevenir escenarios similares en un futuro”.
El comunicado técnico es firmado por los investigadores Fredy Guevara, Luis Carlos Belalcázar, Marco Guevara, Néstor Y. Rojas y Rodrigo Jiménez Pizarro de la Universidad Nacional de Colombia; Juan Felipe Méndez, Luis Jorge Hernández y Ricardo Morales de la Universidad de los Andes; Jorge Pachón de la Universidad de La Salle; Omar Ramírez de la Universidad de la Costa / Universidad Nacional Abierta y a Distancia.