Actualizan Lista Roja de Mamíferos de Colombia, después de 15 años
En la elaboración de la nueva lista —que aspiran presentar a final de año— participan 115 personas, 8 curadores de colecciones biológicas, 60 instituciones (universidades y ONG), profesionales y becarios.
Un proceso de actualización de las evaluaciones de riesgo de extinción de mamíferos de Colombia realiza el Instituto Humboldt, la Asociación Colombiana de Zoología (ACZ) y la Sociedad Colombiana de Mastozoología.
Desde 2006, cuando fue publicado Libro Rojo de los Mamíferos, dichas evaluaciones no habían sido revisadas, es decir hace 15 años.
La compilación de toda la información sobre los mamíferos de Colombia se encuentra en repositorios de colecciones biológicas de entidades públicas y privadas, datos de fototrampeo de ONG, universidades públicas o privadas e investigadores independientes.
María Piedad Baptiste, bióloga e Investigadora adjunta del programa de Ciencias de la Biodiversidad del Instituto Humboldt, explica por qué es urgente actualizar la Lista Roja de mamíferos: Tenemos un alto rezago sobre el grado de amenaza de nuestros mamíferos ya que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) recomienda actualizar las evaluaciones de riesgo de extinción por lo menos cada cinco años. Ya ajustamos una base maestra para la generación de fichas de mamíferos, insumos que incorporan la información relacionada con los parámetros ecológicos, uso y amenazas de estos animales.
Según la publicación de 2006, ―realizada por Conservación Internacional Colombia en colaboración con otras instituciones como autoridades ambientales, ONG y el Ministerio de Ambiente― Colombia registra 520 especies de mamíferos, de los cuales 58 son endémicos o únicos del territorio nacional, lo que lo ubica como el sexto país más rico en especies como felinos, murciélagos, marsupiales, primates, roedores, cetáceos, entre otros.
De ese total (520), 42 especies han sido catalogadas como los mamíferos más amenazados: seis en peligro crítico de extinción, ocho en peligro y 24 vulnerables a desaparecer.
El listado incluye animales emblemáticos como jaguar, oso de anteojos, tití cabeciblanco o delfín rosado.
Según las entidades que desarrollan la actualización, esta es fundamental para múltiples procesos de conservación, planificación del desarrollo y para entender, incluso, el desempeño ambiental del país. Es necesario contar con datos relevantes y actualizados para entender cómo las amenazas han afectado a estos animales y las medidas necesarias para revertir dichos procesos que amenazan su existencia en el país.
Explican que, en casi dos décadas, los ecosistemas colombianos que le ofrecen hogar a los mamíferos han cambiado radicalmente. Por ejemplo, la deforestación, la peor problemática ambiental en el país, arrasó con cerca de 2.8 millones de hectáreas de bosque entre 2000 y 2019, la mayoría en la Amazonia.
Lina Marcela García L., bióloga e investigadora del Instituto Humboldt considera que los conflictos ambientales han repercutido en la fauna y flora nacional. En el caso de algunos mamíferos, como los grandes depredadores, son los primeros en verse afectados cuando los ecosistemas son alterados.
Tanto Lina como Gabriel Pantoja, investigador de la ACZ, cuentan que a la fecha se han encontrado más de 50.000 registros en colecciones y fototrampeo para las 189 especies de mamíferos priorizadas correspondientes a 15 órdenes, 43 familias y 106 géneros.
De los mamíferos identificados a la fecha, cerca del 35% corresponde a carnívoros, 30% a roedores, 15% a artiodáctilos o ungulados con dedos pares y 5% a perisodáctilos o ungulados de dedos impares.
Con porcentajes menores están los cingulados o armadillos; pilosos como osos hormigueros, tamandúas y perezosos; lagomorfos o conejos, murciélagos, eulipotiflanos como erizos, topos y musarañas; primates y cetáceos como delfines y ballenas.
En cuanto a la búsqueda de información sobre la distribución, usos, amenazas y demás aspectos ecológicos de los mamíferos, los investigadores se han concentrado en plataformas como Google Scholar, Ilibrary, Naturalist, Scopus Preview, Elsevier y Web of Science, junto a las revisiones de repositorios de distintas universidades del país.
Ellos informaron que la mayoría de recursos consultados fueron artículos científicos y recursos electrónicos. En menor medida se logró acceder a tesis de grado o reportes esporádicos debido a la inaccesibilidad y no disponibilidad de dichos insumos.
El proceso para actualizar
El primer paso para actualizar la Lista Roja de los Mamíferos de Colombia fue la recopilación de información, un trabajo que contó con la participación de 115 personas, 8 curadores de colecciones biológicas, 60 instituciones como universidades y ONG, profesionales y becarios.
Siguiendo todos los requerimientos y estándares de la UICN logramos gestionar, consolidar y validar la información de base. La segunda etapa, que irá hasta el mes de julio, será definir e implementar el esquema operativo para hacer las evaluaciones a través de la participación de diversos expertos, informó la bióloga Baptiste.
Entre julio y octubre, el Instituto Humboldt, la Asociación Colombiana de Zoología y la Sociedad Colombiana de Mastozoología, con el apoyo de otros mastozoólogos, avanzarán en la evaluación de la categorización con la UICN y el envío de los resultados a las instancias correspondientes.
A finales de este año, comenta la investigadora, esperamos contar con la actualización de la Lista Roja de los Mamíferos de Colombia, insumo que iremos socializando en diversas instancias a nivel nacional e internacional. El objetivo es incluir todos los resultados en la lista oficial de especies amenazadas de Colombia.
Con los resultados de este convenio, los participantes elaborarán un artículo científico sobre los mamíferos endémicos y amenazados del país que será publicado en la revista Biota Colombiana.
La información también estará en la Infraestructura Institucional de Datos del Humboldt (I2D), el Sistema de Información de Biodiversidad de Colombia (SiB) y Biomodelos, para consulta de científicos y ciudadanía.
¿Dónde están los datos?
Las colecciones biológicas, sitios donde reposan los hallazgos de la flora y fauna colectados por los científicos en las expediciones por la biodiversidad, son grandes epicentros de información para consolidar los libros rojos de los recursos naturales, indica el Humboldt.
Para la actualización de la lista roja de mamíferos, los investigadores de las tres entidades contactaron a 22 colecciones del país, de las cuales 8 decidieron participar en este ejercicio: Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional, Museo de Historia Natural de la Universidad Distrital, Universidad de Caldas, Instituto Tecnológico Metropolitano, Museo de La Salle, Universidad de Nariño, Museo de Historia Natural de la Universidad de los Andes e Instituto Humboldt.
Estos sitios aportaron más de 1300 registros de 94 especies de mamíferos, correspondientes a 31 familias, 12 órdenes y 63 géneros. La mayoría de la información proviene de departamentos como Cundinamarca, Caldas, Antioquia, Huila, Meta, Caquetá, Chocó, Arauca, Casanare, Santander, Boyacá y Tolima.
Los investigadores manifestaron que las colecciones que no han participado aún pueden enviar su información ya que es de suma importancia contar con más datos de la Amazonia, Orinoquia y el Chocó Biogeográfico, donde están los mayores vacíos.
Cámaras trampa
En cuanto al fototrampeo, más de 50 universidades, instituciones gubernamentales y no gubernamentales e investigadores independientes aportaron 53900 registros de 62 especies de mamíferos (10 órdenes, 27 familias y 50 géneros), información que fue organizada en 33 bases de datos.
Los roedores y carnívoros son los mamíferos con más información a partir del fototrampeo, ya que las cámaras trampa normalmente son instaladas a nivel de suelo. Cundinamarca fue el departamento con mayor cantidad de datos.
Los investigadores reportaron que tienen información considerable en Amazonas, Caquetá, Santander, La Guajira, Vichada y Meta. Sin embargo, hay carencia de datos en sitios como Cesar, Norte de Santander, Guaviare, Guainía y la parte insular de Colombia.
Fotografía superior: Fernando Trujillo / Fundación Omacha