El mal uso de agroquímicos tiene en riesgo a estos importantes polinizadores, de los cuales Colombia conoce menos de la mitad. Grandes intereses económicos estarían evitando una regulación más rigurosa de estos elementos.
ANTONIO PAZ CARDONA / MONGABAY LATAM
Guiomar Nates Parra empezó a hablar de polinización cuando no era un tema que se debatiera frecuentemente en el mundo. Es una de las científicas pioneras en Colombia y Latinoamérica en abordar un tema que ya ha sido declarado de vital importancia por organizaciones como la Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES).
Después de años de esfuerzos para que la polinización ocupara un espacio en la agenda pública mundial, hoy es considerada un servicio ecosistémico estratégico dado el papel clave que desempeña para la conservación de la diversidad biológica, el mantenimiento de la estructura y función de los ecosistemas, la producción de alimentos y la economía mundial.
Su trabajo se ha centrado en las abejas silvestres, un grupo del que se cree existen cerca de 1500 especies en Colombia y de las cuales se conocen menos de la mitad. Además, desde 2010 empezó a trabajar en la Iniciativa Colombiana de Polinizadores – Abejas (ICPA) que se publicó seis años más tarde, convirtiéndose en la investigación más grande sobre estos insectos en el país. Su trabajo motivó el interés de diversas autoridades ambientales por investigar sobre otros polinizadores y proponer recientemente una hoja de ruta para su conservación y protección, la cual espera un plan de acción por parte del Ministerio de Ambiente antes de que termine el 2019.
¿Cuál es la situación de las abejas en Colombia?
En el Laboratorio de Investigaciones en Abejas de la Universidad Nacional tenemos unos 40 000 especímenes de abejas de todo el país y creemos que hay entre 1000 y 1500 especies en Colombia, de las cuales conocemos menos de la mitad (entre 500 y 600). Cuando digo conocemos es solo por nombre, no sabemos nada más. Son pocas las especies de las que conocemos su comportamiento o su distribución geográfica.
Estamos trabajando con las abejas sociales, abejas sin aguijón, abejorros y algunas abejas solitarias, como la xylocopa. Esta última juega un papel muy importante en la polinización de pasifloras como maracuyá, granadilla, badea, curuba o cholupa. Los abejorros del género Bombus también son importantes en la polinización de frutales como los tomates, las berenjenas, las uchuvas y los lulos.
En general, es muy poco lo que se sabe de abejas silvestres y abejorros por fuera de la Academia…
Hay unos trabajos muy interesantes de un investigador argentino en donde se muestra que el trabajo conjunto de abejas silvestres y Apis mellifera incrementa la producción de muchos cultivos. Se hicieron estudios en más de 40 cultivos en cerca de 60 lugares en el mundo, donde se concluyó que, para que se dé una buena producción agrícola, es necesario que haya tanto abejas silvestre como Apis mellifera.
Apis es muy eficiente polinizando algunos cultivos, pero en otros no lo es tanto. Por ejemplo, plantas como el maracuyá, que tiene unas flores grandes, necesitan de una abeja grande que pueda hacer contacto con las partes reproductivas de la flor. Apis es más pequeña que un abejorro y no logra hacer eso, en ese caso no es polinizadora eficiente. Tampoco puede ser polinizadora eficiente del lulo o del tomate porque son flores que tienen el polen encerrado en unas anteras tubulares y necesitan una vibración fuerte para que este salga; eso lo hacen ciertos abejorros como los Bombus.
Aunque Apis mellifera es muy activa en la polinización, es una especie introducida en América, ¿eso ha afectado en algún momento a las poblaciones de abejas silvestres?
En algunos sitios sí se ha visto la competencia de abejas silvestres con Apis en cuanto a alimentación. En otros lugares trabajan a la par. El problema es que la gente tiene en su cabeza que la única especie de abeja que existe es Apis mellifera, y creen que la manera de protegerla es inundar de colmenas todos los bosques y todas las ciudades. Esto lo que hace es desplazar al resto de abejas silvestres. Cuando las poblaciones de una especie suben, otras van a sufrir y van a descender, por ejemplo, las que utilizan los mismos recursos alimenticios.
Yo siempre digo: «Apis mellifera nunca se va a extinguir, las abejas silvestres están en mayor riesgo de desaparición»; aquellas que la gente no sabe que existen pero que son importantes.
Pero, muchas investigaciones se centran en esta especie
No trabajo con Apis mellifera porque hay mucha gente que ya trabaja con ella. Yo siempre estoy tratando de mostrar que existen otras abejas y que son importantes en polinización. El libro de Iniciativa Colombiana de Polinizadores tiene un capítulo sobre Apis mellifera porque es uno de los polinizadores, pero en el resto de la publicación se habla solo de las abejas silvestres.
Hay quienes piensan que abeja que no produzca miel, no tiene valor…
No todas las abejas producen miel. Lo hacen Apis y abejas sociales que tienen una estructura de colmenas donde tienen depósitos de alimentos para las crías. El néctar y el polen que recogen lo guardan en recipientes especiales. Las abejas solitarias no tienen ese sistema ni lo necesitan, hacen un agujero en alguna parte, lo acondicionan, ponen un huevo, dejan la comida, cierran y se van.
Pero son importantes en polinización y eso es lo que tenemos que tener en cuenta. No producen miel pero le ayudan a la gente en la producción de uchuvas, lulos, tomates, etc. Ayudan a la producción de alimentos y semillas. Y no solo eso, también apoyan el mantenimiento de las especies vegetales que conforman los bosques, que son proveedores de oxígeno y agua.
¿Cómo monitorear a las abejas silvestres?
Por un lado necesitamos ir a los sitios, conocer, ver qué es lo que hay y dónde está. Luego, se debe hacer un seguimiento constante. Se pueden aplicar nuevas tecnologías, sin necesidad de ir cada semana a muestrear, y que aun así nos permitan saber si las abejas están incrementando o están desapareciendo.
Otro tema importante es que los recursos de investigación no están muy disponibles y no son abundantes. Hay que aprovechar las iniciativas de ciencia ciudadana. Justamente, los académicos debemos trabajar con estas personas de manera que nos ayuden a saber qué hay en el territorio. Simplemente deben tomar fotografías y decirnos: “aquí yo vi esta abeja”. Al principio no sabrán qué especie es, pero los científicos podemos hacerles retroalimentación y así ellos también irán aumentando su conocimiento.
¿Cómo sería un sistema agrícola óptimo para los polinizadores?
Uno donde se hagan aplicaciones racionales de los agroquímicos. En este momento se están haciendo “cócteles” impresionantes donde la gente piensa que si mezcla el fungicida con el matamoscos y el herbicida tendrá mejores efectos. Piensan que haciendo eso y utilizando dosis más elevadas se darán mejores resultados. Pero, ¿sabe usted cuándo lo utilizan? Cuando se da la floración, justo cuando los polinizadores están ahí.
Soy consciente de que no puedo decirle a las personas que dejen de usar agroquímicos porque eso es condenarlos a que se muera su cultivo, pero sí que sean conscientes de las aplicaciones, que las hagan en las dosis adecuadas, que miren las etiquetas, que se informen, que investiguen qué causa menos daño. Y claramente, que no sea en la época donde hay más polinizadores. Pueden aplicarlo al final de la tarde, por ejemplo, cuando ellos no están por ahí. Hay que buscar alternativas a esa producción de agroquímicos que es tan fuerte.
¿Por qué los agroquímicos se han hecho tan indispensables?
Por los monocultivos. Si usted tiene un cultivo de soya, aguacate o lo que sea, que ocupa miles y miles de hectáreas, tienes que estar protegiéndolo. No existe diversidad vegetal que esté atendiendo a los posibles controladores de ciertas plagas. En el caso de las abejas, tienen que tener diversidad de alimentación, diversidad de flores y plantas, para que nos ofrezcan diversidad de néctar y diversidad de polen.
Si pudiéramos prescindir de los agroquímicos sería la maravilla, pero ya es muy difícil porque hay un desequilibrio en la naturaleza. Hay un exceso de especies que ha causado la deficiencia de otras y es necesario utilizarlos.
Las plantas introducidas y patógenos como los ácaros también son una amenaza para los polinizadores, ¿qué tan grave es este tema en Colombia?
En Colombia hay una lista grande de plantas y animales introducidos con diferentes objetivos. Algunas de esas plantas, como el retamo espinoso (Ulex europaeus), se han vuelto plaga y han ocupando los espacios de las plantas nativas. Por otro lado, toda esa introducción de especies acarrea la introducción de enfermedades y plagas que antes no existían, entre ellas los ácaros.
Hoy hay una insistencia de algunas entidades para introducir abejorros que polinicen tomates y otros cultivos, pero si eso ocurre, como se ha mostrado en otros lugares del mundo, se causará desplazamiento de los abejorros nativos y se dispersarán nuevas enfermedades. Eso es un peligro real.
¿Por qué es difícil que este tema tenga relevancia a nivel político?
Cuando uno menciona el problema de las abejas te dicen que están con otros problemas más graves que eso. Tenemos que hacer más visible el tema, con ayuda de los medios, no en el sentido de hacer marchas porque creo que las cosas no pasan de ahí. Debemos insistir ante los Ministerios y convencer a la gente de que es necesario trabajar en esto, mostrándoles cuáles son las consecuencias de que no se apoye el proceso de protección a los polinizadores.
Necesitamos congresistas que estén convencidos del asunto y que hablen duro. Yo estuve en una de las audiencias del proyecto de ley que está en el Congreso, hay algunos que lo defienden pero también hay unos intereses económicos supremamente grandes que dicen que no es importante, o que se niegan a hacer regulación de agroquímicos. ¿Y qué pasó?: la idea de regular los agroquímicos salió de la propuesta de ley. Todo se resume en intereses económicos.
Es muy difícil que uno como académico e investigador, que no tiene la experticia de estar en estos ámbitos, llegue a hablarles y que nos prestan atención. Necesitamos gente convencida de este tema dentro de las instituciones para que estén insistiendo, persistiendo y no desistiendo.
¿Por qué los insectos no reciben la misma atención que otros grupos como mamíferos, aves, anfibios y reptiles?
Porque no son carismáticos. Porque la gente ve una mosca y lo que hace es darle un zapatazo, sin pensar en que esa mosca puede ser un polinizador eficiente.
Va uno por ejemplo a un cultivo de granadilla y llegan los niños de la escuela y se van a batear abejorros con palos y matamoscas. Le pegan a los abejorros que están sobre las flores porque alguien les ha dicho que son cucarrones que están mordiéndolas y las van a dañar. Nos ha tocado explicarles, hablar con los padres para que les digan que están haciendo una función muy importante llamada polinización.
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MONGABAY LATAM – RED PRENSA VERDE