Autoridades ambientales hacen llamado a la ciudadanía para que proteja a estas aves, controladoras de roedores y reptiles.
Hace 20 días comenzaron a aparecer en Ibagué y algunos municipios del sur del Tolima, pequeñas bandadas de unas asiduas e ilustres visitantes: las águilas cuaresmeras(Buteo platypterus).
Esta especie, también llamada gavilán de ala ancha o gavilucho langostero, hace un recorrido de unos 10 a 12 mil kilómetros desde América del Norte hasta el sur del continente en aproximadamente un año, para pasar el invierno.
Pero, la migración mayor —un promedio de 150 a 200 mil aves— arribó a Ibagué, el pasado primero de abril al medio día.
Las águilas surcaron el cañón del Combeima en un espectáculo natural sin precedentes, no solo porque aumentó el número de ejemplares sino porque llegaron a una hora inesperada.
“La ruta de entrada es por el sur del departamento, ingresan por el Páramo de las Hermosas, cruzan los municipios de Chaparral, Rioblanco, Planadas, Rovira e lbagué. Aunque siempre llegan en horas de la tarde, esta vez aparecieron muy temprano. Tal vez por las condiciones climatológicas o que les tocó pasar la noche o el día en otro sitio y no alcanzaron a completar la migración, sino hasta el medio día”, comentó Pedro Bahamón, director de la Fundación Río Cocora.
La gran cantidad de aves pasó la noche en la capital tolimense y al día siguiente por esa misma ruta regresó y tomó la ruta del norte. A partir de ahí las águilas viajan por la cordillera de los Andes, Caldas, Quindío, bordean la costa pacífica y el pie de monte de la cordillera Occidental, para seguir a Centroamérica y retornar a los Estados Unidos, dijo el investigador Bahamón.
Hace tres años se tenía un cálculo de 60 mil aves, pero según biólogos de Cortolima, la presencia de casi el doble, se debe a factores climáticos, teniendo en cuenta que en su migración vienen por el sur del departamento, en donde hay reporte de fuertes precipitaciones.
Así son las águilas cuaresmeras
Juan Fernando Gutiérrez, biólogo de Cortolima describe cómo son las migraciones de esta especie, cómo cazan, su vulnerabilidad y por qué se deben proteger. El investigador también desvirtúa la creencia popular de que tienen propiedades curativas, razón por las que son capturadas:
Durante su travesía, la caza de estas aves silvestres solo se ha registrado en el departamento del Tolima, en municipios como: Roncesvalles e Ibagué, particularmente en el sector del Cañón del “Combeima”, el barrio especial “El salado” y “Picaleña”.
Ante esta situación, Cortolima invitó a la ciudadanía a disfrutar el avistamiento y a protegerlas: “La caza de fauna silvestre es un delito ambiental estipulado en el Código Penal, es nuestro deber cuidarlas y protegerlas”, afirmó el director general de la Corporación Autónoma Regional, Jorge Enrique Cardoso Rodríguez.
Video de MAUQUI Quintero Ramirez