De 124 países que han establecido estándares de calidad del aire, solo 9% de estos están en línea con los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Lo revela este 7 de septiembre, Día del Aire Limpio, el estudio Acciones sobre calidad del aire: un resumen global de políticas y programas para reducir la contaminación del aire, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), elaborado a partir de encuestas a autoridades de 195 países.
Desde 2016, cuando comenzó a rastrear las acciones de los gobiernos sobre la calidad del aire, ha habido mejoras en las emisiones industriales, el transporte, la gestión de desechos sólidos y la contaminación del aire doméstico, explica el informe.
Sin embargo, advierte que los países de bajos ingresos sufren más por la contaminación del aire, pero podrían beneficiarse de las acciones para reducir las emisiones, ya que tienen múltiples beneficios para el desarrollo, incluida la mitigación climática, la productividad agrícola, la seguridad energética y el crecimiento económico.
La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 7 de septiembre como el ‘Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul‘ con el fin de impulsar más esfuerzos para mejorar la calidad del aire y proteger la salud humana, y reconocer los vínculos entre la reducción de la contaminación atmosférica y la mitigación del cambio climático.
Estos son algunos de los hallazgos del informe:
- Desde 2016, 18 países más han agregado estándares de emisiones de vehículos equivalentes a Euro 4/ IV o superior, con lo que el total asciende a 71 países. A pesar de que la mayoría de los países de bajos ingresos aún carecen de regulaciones para los estándares de emisión de vehículos usados importados, está surgiendo un número creciente de regulaciones nacionales para reducir la edad máxima de los vehículos importados e incentivar a los ciudadanos a deshacerse de los vehículos viejos contaminantes. Por ejemplo, Marruecos solo permite la importación de vehículos de menos de cinco años y los que cumplen la norma europea de emisiones de vehículos EURO4; como resultado, recibe sólo vehículos usados relativamente avanzados y limpios provenientes de Europa, en línea con las recomendaciones del PNUMA;
- 21 países más han adoptado políticas para una producción más limpia, lo que eleva el número total de países a 108.
- 95 países tienen programas que promueven el uso de cocinas y calefacciones limpias. Se sumaron 13 países desde 2016. Esto ha llevado a tasas más bajas de enfermedades derivadas de la contaminación en los hogares, principalmente en el sur y este de Asia y el Pacífico;
- Aunque la quema de desechos sólidos sigue siendo un fenómeno generalizado, 26 países más ahora regulan estrictamente esta práctica (lo que eleva el total a 38 países). Entre las nuevas medidas se incluye la captura de gases de vertedero, la mejora de la recolección, la separación de residuos y los métodos de eliminación adecuados;
- 58 países cuentan con incentivos para promover la agricultura sostenible y para implementar formas efectivas de mitigar las emisiones de metano, incluidas alternativas a la quema de residuos agrícolas al aire libre, una mejor gestión del estiércol de ganado, el compostaje para reducir el desperdicio de alimentos y el uso de la captura de metano para uso energético;
- Entre los 124 países con estándares de calidad del aire, solo 57 monitorean continuamente la calidad del aire, mientras que 104 no cuentan con una infraestructura de monitoreo. Esto refleja las lagunas de datos existentes y los problemas de capacidad que obstaculizan el progreso mundial en la calidad del aire.
A pesar de las nuevas políticas de aire limpio en países de todo el mundo y la disminución constante de la carga de morbilidad causada por la contaminación del aire en los hogares en algunas regiones, las estadísticas de salud sugieren que la contaminación del aire en exteriores e interiores sigue siendo un factor de riesgo mayor para la salud mundial. Con el fin de mejorar la calidad del aire, se necesitaría una mejor aplicación de las políticas y regulaciones existentes, un financiamiento más sustancial, así como un monitoreo más extenso y capacidades más sólidas.
Los países deben incorporar en sus planes de recuperación pos-COVID-19 inversiones de limpieza para capturar la contaminación del aire, pide la entidad. También, establecer puntos de referencia para evaluar las acciones actuales y futuras por un aire más limpio, eliminar las barreras en la implementación de políticas y programas, incluidas las brechas de financiamiento y capacidad, y superar los desafíos de asequibilidad y mantenimiento de los equipos de monitoreo.
“Cuando los gobiernos actúan sobre la calidad del aire, ayudan a prevenir siete millones de muertes prematuras al año. También mejoran la salud general y el bienestar económico de 92% de la población mundial que vive en lugares donde los niveles de calidad del aire no cumplen con los estándares de la OMS. Hoy, tenemos más políticas implementadas que nunca, pero es absolutamente crucial que nos concentremos en la implementación, especialmente donde las personas se ven afectadas de manera desproporcionada por la mala calidad del aire”, expresa Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA
Descarga el informe completo, en inglés: aquí