América Latina y el Caribe es la región más endeudada del mundo en desarrollo, entre 2019 y 2020, la deuda del gobierno general en la región aumentó de 58,8% a 68,6% del PIB, casi 10 puntos porcentuales.
La región ha perdido 150 millones de hectáreas de bosque y un 7% de cobertura forestal en la útima década, mientras el presupuesto ambiental se reduce. De un 0,4 % cayó a 0,2% lo que significa que los recurosos para atender las temáticas verdes están bajando para contrarrestar la pandemia, alertó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
«Esta región representa el 8,4% de la población mundial, pero contabiliza el 21% de los contagios de COVID-19 y el 32,5% de las muertes por esta enfermedad. También ha sido una de las regiones más golpeadas en términos socioeconómicos, con una caída de 6,8% en el PIB en 2020. Aunque se espera un crecimiento en 2021 (5,2%) y 2022 (2,9%), este no será suficiente para recuperar el nivel del producto de 2019 en la mayoría de los países ni el nivel del empleo, especialmente de las mujeres».
Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Cepal, orientó así su discurso durante la Reunión Extraordinaria del Comité de Cooperación Sur-Sur: oportunidades para renovar la cooperación internacional para el desarrollo de América Latina y el Caribe, realizada virtualmente, el 19 y 20 de agosto, con asistencia de delegados de todos los países.
“América Latina y el Caribe requiere una posición común para enfrentar las asimetrías mundiales”, entre ellas, las relacionadas con el acceso a las vacunas, la concentración de la riqueza, la lucha contra el cambio climático y el financiamiento para el desarrollo. Se precisan acuerdos a nivel internacional, regional y nacional para abordar temas como la salud universal, la seguridad climática y la estabilidad financiera. La cooperación internacional para el desarrollo debe evolucionar hacia un concepto multidimensional para afrontar los desafíos que enfrentan especialmente los países de ingreso medio”, subrayó Bárcena.
Los presupuestos ambientales y el gasto en protección ambiental cayeron durante la pandemia, alertó @aliciabarcena, Secretaria Ejecutiva de #CEPAL, durante reunión del Comité de #CooperaciónSurSur. Averigua más sobre su presentación ante autoridades 👉 https://t.co/WS3yKcGnGy pic.twitter.com/ofFAhz3wRI
— CEPAL (@cepal_onu) August 22, 2021
Cooperación renovada
En la misma jornada, Alicia Bárcena dio a conocer las principales conclusiones del borrador del documento Desarrollo en transición. Propuesta de concepto y medición para una cooperación renovada en América Latina y el Caribe, elaborado a solicitud del Gobierno de Costa Rica.
En el estudio se presenta un marco analítico para repensar la medición del desarrollo en países de ingreso medio, más allá del PIB per cápita, y los criterios de asignación de los recursos de la cooperación internacional. Este marco se nutre de tres enfoques: 1) brechas estructurales que propone la Cepal; 2) trampa del ingreso medio; y 3) desarrollo en transición, como un concepto que intenta cambiar la narrativa y que han debatido la CEPAL, la Comisión Europea y el Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La dirigente llamó a suspender las “graduaciones” de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) de los países de ingreso medio durante la pandemia, ya que estos recursos continúan siendo importantes para muchos de ellos y este proceso tiene numerosos efectos directos e indirectos, tanto financieros como no financieros.
América Latina y el Caribe es la región más endeudada del mundo en desarrollo, entre 2019 y 2020, la deuda del gobierno general en la región aumentó de 58,8% a 68,6% del PIB, casi 10 puntos porcentuales, alertó la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena.
Las nuevas formas de cooperación internacional, especificó, tienen que abordar temas transversales, como la economía del cuidado, la economía circular y el acceso al conocimiento y la tecnología, considerar políticas industriales para crear economías de escala y, sobre todo, ampliar la caja de herramientas, incluyendo el canje de deuda y los fondos climáticos.
Finalmente, Bárcena destacó que “la cooperación debe incluir a todos los países, más allá de su nivel de ingresos; fundarse en los problemas y oportunidades de desarrollo de los países y reconocer sus estrategias nacionales; ser flexible para responder a la incertidumbre; reconocer el compromiso y la participación de los países en transición al desarrollo; garantizar el acceso a financiamiento concesional a todos los países de ingreso medio, especialmente las economías más pequeñas; reconocer la perspectiva regional para fortalecer la cooperación y las posiciones comunes frente al mundo multilateral; y articular los esfuerzos en torno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Se trata de fortalecer, sin dudas, la cooperación Sur-Sur”.
Rodolfo Solano Quirós, Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica, país que preside el Comité de Cooperación Sur-Sur de la CEPAL, expresó: “Estamos en un momento óptimo para reinventemos, para ser protagonistas del cambio. Los hemos convocado para que el mecanismo trascienda y este Comité se transforme en Conferencia en la búsqueda de una recuperación con rostro humano, verde, inclusiva y resiliente en la región, en línea con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible».
Foto superior: Alicia Barcena y Rodolfo Solano. Autor: Cepal