La obtención de estas muestras es mucho más fácil y menos invasiva. Y dependiendo de la edad, puede efectuarse incluso mediante la autorrecolección.
Científicos vinculados al Instituto de Medicina Tropical de la Universidad de São Paulo (IMT-USP), en colaboración con el Servicio Especial de Salud del municipio de Araraquara, en el estado de São Paulo, en Brasil, validaron el testeo molecular de la saliva como un método eficiente para el diagnóstico del COVID-19 en niños sintomáticos.
El artículo al respecto se encuentra disponible en la plataforma medRxiv, aún sin revisión por pares. “Obtuvimos el mismo desempeño diagnóstico, con una sensibilidad aproximada del 90 %, para muestras de saliva e hisopados de nasofaringe”, dice Braz-Silva.
En la investigación se estudió a 50 niños con síntomas leves relacionados con el COVID-19, atendidos en un centro de atención primaria de la salud. Los investigadores les extrajeron muestras y secreciones nasofaríngeas y de saliva, que luego sometieron a test de RT-PCR, considerados como el patrón oro para el diagnóstico de la enfermedad.
“Diez niños dieron positivos para el SARS-CoV-2. Y el diagnóstico por muestras de saliva fue tan eficaz como el diagnóstico por hisopado de nasofaringe”, informa Braz-Silva. Este resultado valida una forma de testeo a gran escala mucho más sencilla y menos invasiva, especialmente deseable en el contexto pediátrico.
Se revela que la utilización de la saliva para el diagnóstico del COVID-19 en niños abre una perspectiva para entender de qué manera transcurre la circulación del SARS-CoV-2 en esa franja de la población, más aún con la reapertura de las escuelas. La obtención de las muestras es tan sencilla que, dependiendo de la edad, puede incluso implementarse vía autorrecolección”, comenta el investigador.
El testeo en masa
El testeo molecular a gran escala ha sido una de las estrategias más exitosas en el control de la pandemia, pues permite la detección precoz de casos positivos y el rastreo de sus redes de contactos. En adultos, el análisis de la saliva ya había exhibido una sensibilidad variable entre el 80 % y el 100 %. Pero aún no había un estudio que corroborase este procedimiento en el área de la pediatría, que es el aporte actual del equipo del IMT-USP.
Este estudio, que contó con el apoyo de la FAPESP – Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo, estuvo coordinado por Paulo Henrique Braz-Silva, docente de la Facultad de Odontología de la USP (FO-USP) y Camila Malta Romano, investigadora del Laboratorio de Investigación Médica del Hospital de Clínicas, el complejo hospitalario de la Facultad de Medicina de la USP (FM-USP). Ambos investigadores están vinculados al IMT-USP.