Un camión equipado con instrumentos de medición en tierra, globos meteorológicos, dos sistemas aéreos no tripulados, toda una red satelital y de estaciones en tierra, hacen parte del equipo que utilizarán los investigadores de Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NOAA) para estudiar los cambios que sufrirá la atmósfera antes, durante y después del eclipse solar de este 21 de agosto, con mayor visibilidad en los Estados Unidos.
Los meteorólogos medirán la temperatura superficial, la humedad relativa, la velocidad, la dirección del viento, la presión y la radiación solar cada segundo en el llamado “camino de la totalidad” o ruta que seguirá el eclipse por el mapa norteamericano.
Estas observaciones se añadirán a los datos de 13 Estaciones de la Red de Referencia Climática de los Estados Unidos recopiladas por los Centros Nacionales de Información Ambiental de la NOAA, puestos a disposición de los investigadores.
Según el Centro atmosférico, la previsión meteorológica ha sufrido varias revoluciones tecnológicas desde febrero de 1979, el último eclipse solar total en ese país. Ahora se tienen modelos meteorológicos que son lo suficientemente precisos como para predecir útilmente los impactos meteorológicos de eventos no meteorológicos como el humo de incendios forestales o penachos de cenizas volcánicas.
Stan Benjamin, científico senior de la NOAA explicó que nunca han intentado codificar un evento astronómico en un modelo experimental de pronóstico del tiempo, en tiempo real. “Para nosotros, captar los efectos sutiles de un eclipse en un modelo es como el helar en un pastel que se disfruta sólo en raras ocasiones «.
El algoritmo fue desarrollado por la Universidad de Barcelona y la NOAA, una versión experimental de un modelo meteorológico de corto plazo y alta resolución llamado (HRRRx).
Para seguir el fenómeno en tiempo real accede a:
ttp://www.atdd.noaa.gov/crn-eclipse/
Más información sobre el eclipse en:
https://eclipse2017.nasa.gov/event-locations
Foto portada: NOAA – IStock