Tres investigadoras descubren epífilos y otras formas de vida en las hojas del bosque panameño.
Panamá. «Si miras muy de cerca la superficie de la mayoría de las hojas en un bosque tropical, casi puedes imaginar un pequeño mapa paisajístico. Pero para identificar realmente lo que hay allí, necesitarás una lupa con luz. Entonces el paisaje se transforma en un mundo completamente diferente de estructuras y texturas únicas de los epífilos».
Ese pequeño mundo es el que se encarga de estudiar la investigadora Anna Mežaka, originaria de Letonia, quien labora en la Universidad de Marburg (UMR), Alemania, y actualmente desarrolla el proyecto «La vida en una hoja: interacciones entre especies y dinámica de las comunidades de epífilos«, en la estación de investigación del Instituto Smithsonian, en Isla Barro Colorado (BCI) de Panamá.
Anna realiza el estudio en colaboración con las científicas Noris Salazar Allen (STRI) y Maaike Bader (UMR) y es financiado por la Marie Skłodowska Curie Global Fellowship de la Unión Europea.
Las tres estudian los epífilos, pequeños organismos como líquenes, briófitas, algas y hongos, que viven en la superficie de las hojas de árboles y arbustos.
«Estos organismos no se toman en cuenta en la mayoría de los estudios ecológicos porque son pequeños y difíciles de identificar. A pesar de eso, capturan agua, afectando el ciclo de ésta, así como también, el ciclo de nutrientes en los bosques tropicales. Además, proporcionan refugio y alimento para animales muy pequeños y microorganismos«, comentó la Investigadora.
Considera que «las comunidades de epífilos tienen que desarrollarse rápidamente, debido a la corta vida útil de una hoja, lo que las convierte en modelos prácticos para estudios ecológicos sobre procesos dinámicos. Muchos parches de briofitas, líquenes, algas y hongos cubren una hoja que se asemeja a un mapa a pequeña escala. Por cada hoja pueden existir más de 10 especies de briofitas y líquenes.
Su interés está en conocer cómo cambian las comunidades de epífilas a través del tiempo y cómo estos procesos sucesionales dependen del medio ambiente.
El próximo paso, según el Instituto Smithsonian, es que el equipo analice los datos para comprender mejor cómo cambian las comunidades de epífilas a medida que las hojas envejecen. Luego, analizarán la dinámica de los epífilos en hojas monitoreadas y buscarán el mejor modelo teórico para explicar cómo cambian las comunidades de epífilas con el tiempo.
Finalmente, se preguntarán si los epífilos son un buen modelo para entender las comunidades de plantas más grandes.
Como parte del componente de extensión del proyecto, Anna Mežaka también compartió su conocimiento sobre epifilios con varios grupos de turistas de diferentes países y con estudiantes de la Universidad de Panamá que visitaron la isla.
Uno de ellos comentó después de ver los epífilos a través de una lupa: «He vivido y viajado por todo el mundo por muchos años y nunca imaginé que todos estos maravillosos organismos existen en una sola hoja».