En el Día Internacional de las Mujeres Rurales, declarado por la ONU en 2007, les presentamos esta galería del fotógrafo Rodolfo González Prieto, de Tunja, Boyacá.
Un día como hoy, ONUmujeres reconoce «la función y contribución decisivas de la mujer rural, incluida la mujer indígena, en la promoción del desarrollo agrícola y rural, la mejora de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza rural».
Dice esta organización, que las mujeres rurales representan más de un tercio de la población mundial y la mayoría del 43 por ciento de las mujeres agricultoras de todo el mundo.
“Labran la tierra y plantan las semillas que alimentan naciones enteras. Garantizan la seguridad alimentaria de sus comunidades y construyen la resiliencia climática. Sin embargo, cuando se trata de la posesión de la tierra y del acceso a los insumos, la financiación y la tecnología agrícolas para la resiliencia climática, las mujeres se ven mucho más relegadas que los hombres”.
Este año ONUmujeres centró el Día Internacional de las Mujeres Rurales a celebrarse el 15 de octubre, en «los retos y las oportunidades presentes en la agricultura resiliente en cuanto al clima para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y niñas rurales».
Mujer y cambio climático
Onu Mujeres destaca su calendario de conmemoraciones así: el Día Internacional de las Mujeres Rurales precede al Día Mundial de la Alimentación (16 de octubre, bajo el lema «Cambiar el futuro de la migración. Invertir en seguridad alimentaria y desarrollo rural» y al Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza (17 de octubre), que destaca las cuestiones inseparables del empoderamiento de las mujeres rurales.
Para este organismo mundial, el cambio climático dificulta aún más el acceso —de por sí, desigual— de las mujeres a la tierra, el agua y la energía. Al mismo tiempo ONUMujeres considera que el cambio y los desastres climáticos exacerban las desigualdades y discriminaciones de género existentes, que limitan el poder de decisión y la participación que las mujeres rurales tienen en sus familias y comunidades.
“A medida que aumentan las inundaciones y sequías, las mujeres y niñas rurales dedican más tiempo y esfuerzo a recolectar y garantizar el agua y el combustible, por lo que pierden oportunidades educacionales y generadoras de ingresos”.
Como si fuera poco, dice la entidad, un clima cambiante representa una decreciente ventana de oportunidad para cerrar la brecha de género en el sector agrícola: “La gran mayoría de las personas pobres del mundo viven en zonas rurales; por ello, cerrar la brecha de género en el sector agrícola resulta fundamental para garantizar la seguridad alimentaria, construir la resiliencia climática y erradicar la pobreza”.