Cada año se vierten en los océanos 8 millones de toneladas de plástico, situación que amenaza y destruye los ecosistemas naturales.
La celebración del Día Mundial del Medio Ambiente busca este año concientizar a los ciudadanos sobre la necesidad de reducir la cantidad de plástico que se vierte en los mares.
«Buscamos hacernos conscientes de que nosotros mismos podemos cambiar hábitos en nuestro día a día para reducir la pesada carga de la contaminación de los plásticos en nuestra naturaleza, en nuestra vida silvestre y sobre nuestra propia salud. Si bien es cierto que el plástico tiene diversos usos muy valiosos, dependemos demasiado del plástico de un solo uso o desechable y eso tiene graves consecuencias medioambientales»; indica en su campaña mundial la Organización de las Naciones Unidas.
Este año la entidad centró su actividad en India y fijó el mensaje: Sin Contaminación Por plástico, con el cual hace un llamado a la población de todo el mundo en favor del planeta.
Los gobiernos del mundo están lanzando cada vez más políticas audaces para frenar la contaminación por plásticos. Hasta ahora, más de 60 países han dictado medidas oficiales y decenas más están trabajando en leyes y estrategias para enfrentar uno de los mayores problemas ambientales de nuestro tiempo, reveló ONU Medio Ambiente en un informe publicado con motivo del #DíaMundialdelMedioAmbiente.
El estudio «Plásticos de un solo uso: una hoja de ruta para la sostenibilidad«, de dicha entidad, es el primero en evaluar las políticas nacionales contra los plásticos, que hasta el momento se han concentrado en prohibiciones y gravámenes sobre las bolsas plásticas y los artículos de poliestireno expandido.
Se estima que aproximadamente 5 billones de bolsas de plástico se consumen en todo el mundo cada año, eso es casi 10 millones de bolsas de plástico por minuto.
De continuar el actual patrón de consumo y producción, se prevé que para 2030, el mundo produzca 619 millones de toneladas de plástico por año. La contaminación por plásticos amenaza la biodiversidad marina, la seguridad alimentaria y la salud humana.
El análisis global, desarrollado en cooperación con el Gobierno y el Ministerio de Medio Ambiente, Bosques y Cambio Climático de India, presenta estudios de casos de más de 60 países, analiza las complejas relaciones en nuestra economía de plásticos y ofrece un enfoque para repensar cómo el mundo produce, utiliza y maneja los plásticos de un solo uso.
Uno de los hallazgos clave de la investigación es que los impuestos y prohibiciones gubernamentales -planificados y aplicados adecuadamente- han sido unas de las estrategias más efectivas para limitar el uso excesivo de productos plásticos desechables.
Así, 30% de los países donde se han aplicado prohibiciones y gravámenes han registrado caídas drásticas en el consumo de bolsas de plástico durante el primer año y 20% de los países ha informado de poco o ningún cambio. El resto de los Estados se encuentra en una fase temprana de aplicación o tiene poca información sobre los efectos de las medidas.
El informe cita la necesidad fundamental de una mayor cooperación con el sector privado. En ese sentido, ofrece una hoja de ruta para encontrar soluciones en la fase primaria de la industria. Algunas de ellas son ampliar la responsabilidad de las empresas sobre el destino final de sus productos y crear incentivos para que se adopte un enfoque de economía circular en la producción y el consumo de plástico.
Entre las recomendaciones se encuentran acciones específicas que los responsables políticos pueden tomar para mejorar la gestión de residuos, promover alternativas ecológicas al plástico, educar a los consumidores, habilitar estrategias de reducción voluntarias e implementar con éxito prohibiciones o gravámenes sobre el uso y la venta de plásticos desechables.
El informe fue presentado hoy por el director ejecutivo de ONU Medio Ambiente Erik Solheim y el primer ministro Narendra Modi, de India, país anfitrión de la celebración global del Día Mundial del Medio Ambiente.
«La evaluación muestra que la transición hacia un planeta sin contaminación por plásticos es posible y rentable, y nos ayudará a evitar mayores costos en el futuro», dijo Erik Solheim. «El plástico no es el problema. El problema es lo que hacemos con él», añadió.
El informe reconoce que las prácticas de generación de residuos de plástico de un solo uso y de gestión de residuos difieren según las regiones. Si bien no hay una medida única contra la contaminación que sea igualmente efectiva en todas partes, los autores describen 10 pasos universales para que los legisladores aborden el problema en sus comunidades.
Junto al informe, ONU Medio Ambiente ha elaborado el documento El Estado de los plásticos, en el que presenta de forma didáctica las recomendaciones para los gobiernos, las empresas y los ciudadanos, y explora los riesgos y potencialidades de los materiales alternativos para fabricar artículos de un solo uso, como los polímeros naturales, el almidón o los polímeros sintéticos basados en biomasa.
También arroja luz sobre el peligro de acuñar el término biodegradable a los plásticos que solo se degradan en incineradores industriales y no en compostas naturales (como la mayoría de las llamadas “bolsas biodegradables”).
Desde 2017, la campaña Mares Limpios de ONU Medio Ambiente busca reducir drásticamente el consumo de plásticos desechables y erradicar el uso de microplásticos que contaminan los océanos. 14 países de América Latina y el Caribe apoyan la campaña. Dos de ellos, Honduras y Guyana, se unieron al movimiento este Día Mundial del Medio Ambiente. Los otros integrantes son Barbados, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Granada, Ecuador, Panamá, Perú, República Dominicana, Santa Lucía y Uruguay.
Países que controlan el plástico
El Congreso de Chile aprobó el 30 de mayo la prohibición de bolsas plásticas de un solo uso. El año pasado, este país puso en marcha una campaña «#ChaoBolsasPlásticas» y prohibió el consumo de estos artículos en un centenar de comunas costeras.
El Gobierno del presidente Sebastián Piñera decidió ir más allá y en mayo de 2018 pidió al Congreso ampliar la medida a todo el país. La prohibición entrará en vigor dentro de un año para los minoristas y dentro de dos años para las pequeñas empresas.
Otros países en América Latina y el Caribe están implementando impuestos, restricciones y prohibiciones para combatir las bolsas plásticas y sus dañinos impactos en los océanos y las especies marinas.
Se calcula que cada año se consumen 5 billones de bolsas de plástico, la mayoría hechas de polietileno, un polímero derivado del petróleo, de bajo costo y fácil fabricación, que tarda al menos 500 años en degradarse. La contaminación por plásticos perjudica a la vida silvestre, en especial a las aves y a las especies acuáticas .
Los gobiernos de la región han estado aplicando políticas audaces contra la contaminación. Antigua y Barbuda fue el primer país del continente en prohibir las bolsas de plástico en 2016.
Colombia
Poco después le siguió Colombia, que prohibió también en 2016 la circulación de bolsas plásticas inferiores a 30×30 centímetros y un año después impuso un impuesto a las bolsas de mayor tamaño y exigió que tuvieran una mayor resistencia para que puedan ser reutilizadas.
El impuesto empezó siendo de 20 pesos colombianos por cada bolsa de plástico en 2017 y que va a ir aumentando 10 pesos cada año hasta llegar a los 50 pesos en 2020 – que equivalen aproximadamente a US$ 0,02-.
La medida consiguió recaudar un total de 10.460 millones de pesos colombianos gracias a ese impuesto (cerca de US$ 3,6 millones) y hasta la fecha logró reducir el consumo de la bolsa plástica en 35%, señaló el viceministro técnico del Ministerio de Hacienda y Crédito Público de Colombia, Andrés Velasco.
Panamá
A principios de 2018, Panamá se convirtió en el primer país de América Central en prohibir por ley la bolsa de polietileno. Los comercios minoristas y los supermercados tienen 18 meses a partir del 1 de enero de este año para adaptarse a la regulación, mientras que los almacenes mayoristas disponen de 24 meses.
El diputado panameño Samir Gozaine, uno de los impulsores de la ley, asegura que la mentalidad de la población está cambiando y cada vez hay más personas que acuden a los supermercados con bolsas reutilizables o biodegradables, como pueden ser los bolsos de cartón o de hilo.
Más países
Costa Rica tiene una estrategia nacional para reducir drásticamente el uso de plásticos descartables para 2021. Entretanto en el Caribe, Belice, Bahamas y Bermudas han lanzado medidas para erradicar los plásticos de un solo uso en los próximos años o están redactando leyes para prohibir las bolsas de plástico.
Ecuador acaba de lanzar una restricción progresiva de sorbetes, bolsas y botellas desechables en las remotas islas Galápagos para hacer del archipiélago una zona libre de plásticos.
En Perú, varios proyectos de ley sobre el tema se debaten en el Congreso. El más reciente, elaborado por el Gobierno, busca implementar el cobro de las bolsas y apunta a reducir el consumo de este producto en 35% durante el primer año de aplicación.
En las ciudades
Las tres ciudades más pobladas de la región, Ciudad de México, Sao Paulo y Buenos Aires, también se han apuntado a la ola de restricciones. La capital mexicana fue una de las primeras en hacerlo.
En agosto de 2009, el Gobierno capitalino reformó la Ley de Residuos Sólidos y prohibió a los comercios dispensar las bolsas de manera gratuita.
Buenos Aires dio un paso más allá y desde el 1 de enero de 2017 tiene en vigor una ley que prohíbe a los supermercados porteños entregar bolsas desechables de plástico y cobrar por ellas. Los supermercados de Buenos Aires tienen prohibido distribuir bolsas plásticas
En Sao Paulo, el Gobierno aprobó en 2011 una ley que prohíbe la distribución gratuita de bolsas plásticas en los comercios, pero la medida estuvo varios años suspendida por reclamos judiciales hasta que finalmente en 2015 la justicia brasileña avaló su implementación.
Según datos del Ayuntamiento paulista, durante el primer año de vigencia de la normativa, el consumo de bolsas desechables se redujo hasta en 70 %.
La campaña Mares Limpios de ONU Medio Ambiente busca reducir drásticamente el consumo de plásticos desechables y erradicar el uso de microplásticos que contaminan los océanos del mundo. Barbados, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Granada, Ecuador, Panamá, Perú, República Dominicana, Santa Lucía y Uruguay son parte del movimiento.
#SinContaminación por plásticos
Con información y fotos de ONU Medio Ambiente