El movimiento permite transportar propiedades de un lugar a otro y así generar vida.
Michelle Carrere / Mongabay Latam
La científica peruana, Ivonne Montes, física y doctora en oceanografía, es actualmente jefe de la unidad de Oceanografía de la Subdirección de Ciencias de la Atmósfera e Hidrósfera del Instituto Geofísico del Perú. Con 23 publicaciones científicas, ha dedicado su carrera a entender los movimientos del océano, las razones que lo provocan y de qué manera estos permiten la vida en el mar.
Mongabay Latam conversó con ella para entender la importancia de este fenómeno físico, que suele ser desconocido fuera del mundo de los oceanógrafos, ahondar en su carrera y las razones que la llevaron a esta especialización, así como en sus esperanzas y aprensiones respecto a la afectada salud de los mares.
¿Por qué se interesó en la oceanografía?
Cada año, durante la semana de la facultad de Ciencias Físicas de la Universidad Nacional del Callao, donde estudié, uno de mis profesores explicaba el Fenómeno de El Niño cuando aún se empleaban las proyecciones con transparencias. Esas exposiciones gatillaron mi curiosidad por entender cómo la física se aplica a la oceanografía. Años más tarde tuve la oportunidad de ser parte de un curso de verano sobre técnicas numéricas en oceanografía. Ahí supe que quería dedicarme a eso y que debía hacerlo, porque la física del océano es la base para entender la vida en el mar y porque en Perú, la comunidad era muy pequeña para cubrir todas las áreas.
¿De qué manera participa la física en la compresión del océano?
El océano es un gran volumen de agua, pero no es solamente H2O puro sino que 3 % está compuesto por sales que le dan una característica de densidad al agua. Los cambios de densidad, es decir que en ciertos lugares esté más pesado y en otros esté más liviano, provocan movimiento.
Por otro lado, si nos ubicamos entre el Ecuador y los polos vemos que la zona ecuatorial está mucho más caliente, porque el sol tiene más radiación ahí. Esa diferencia también genera movimiento.
Entonces la física del océano se encarga de ver las propiedades como la temperatura, la salinidad, el sonido y la luz que finalmente lo que van a provocar es movimiento y ese movimiento sustenta la vida.
Eso es lo que yo estudio. Los procesos dinámicos, es decir, todo el movimiento.
¿La luz también provoca movimiento?
No, pero dependiendo de la característica del agua puede llegar a cierta profundidad. Entonces, depende de la física del océano a qué profundidad la luz puede penetrar y soportar vida.
¿De qué manera contribuye el movimiento a la generación de vida marina?
El movimiento permite la comunicación entre sectores. Por ejemplo, en la zona ecuatorial el agua se desplaza frente a la costa peruana y ese desplazamiento puede traer nutrientes dependiendo de qué fenómeno se encuentre presente, por ejemplo, si hay un evento del niño trae agua cálida. Las aguas cálidas modifican la vida frente a la costa porque en ellas viven especies marinas que no habitan en aguas frías.
En el caso de la costa chilena, hay un gran ingreso de agua dulce que se transporta mar afuera a través de las corrientes. Esa agua contiene nutrientes que llamamos silicato. Ese silicato permite que esa pluma de agua, que se mueve de un lugar a otro, soporte vida y le entregue nutrientes al centro del océano.
Entonces el movimiento te permite transportar propiedades de un lugar a otro.
¿Cuál es su visión acerca del futuro de los océanos en el mundo? ¿Le parece que el panorama es pesimista o considera que los esfuerzos que se están haciendo para conservar la salud de los océanos serán exitosos?
Me parece que los esfuerzos a nivel global para buscar acuerdos en vías de la conservación de la salud del océano van por el buen camino, aunque un poco lentos y bajo negociaciones de interés que, si continúan de esa manera, poco estarán aportando. Sin embargo, me preocupa más que el comportamiento individual de cada ciudadano del planeta sea tan ligero. Siento que estamos dejando que todas las decisiones sean tomadas por los que tienen la función/rol, los tomadores de decisiones, mientras dejamos que siga nuestra vida sin cambios, sin darnos cuenta de que también somos parte del grupo de tomadores de decisiones y que ahora estamos estableciendo el futuro. Dicho esto, soy optimista porque creo que mientras tengamos vida siempre podemos volver a decidir y empezar.
¿Qué desafíos considera más difíciles de enfrentar en su área de investigación?
Entre los más resaltantes podría mencionar el de motivar e instruir jóvenes para que se involucren en temas oceanográficos sobre todo porque en las universidades peruanas no se imparte la carrera de oceanografía y menos con el énfasis de física del océano.
¿Qué es lo que más le sorprende del mar?
La capacidad para soportar la vida que es la consecuencia de procesos físicos, químicos, geológicos y biológicos en sí mismos, además de la capacidad para autorregularse y la intensidad en que trabaja para aplacar las consecuencias del ser humano.
¿Hay algún hábito en su vida que se contradiga con su intención de trabajar por la conservación de los océanos?
Creo que vivir de la forma en que vivimos ya es contradictorio con la conservación de la salud de los océanos y el planeta. Los detergentes contienen nutrientes que al llegar al océano estimulan la productividad, pero al mismo tiempo disminuyen el contenido de oxígeno del océano contribuyendo a la ‘desoxigenación marina’. Usar menos detergentes sigue siendo un tema complejo en mi vida diaria.
¿Cuál es su lugar preferido en el mundo para observar el mar?
Sin duda alguna la Costa Verde, en Lima. Básicamente, por donde quiera que mires, puedes disfrutar de la inmensidad del mar y sentir que está vivo por la cantidad de procesos dinámicos que se visualizan, además de ser muy accessible.
¿Qué especie marina es para Ud. más interesante?
Los foraminíferos. Son minúsculas criaturas marinas, pertenecientes al reino protista, caracterizadas por esqueletos o conchas que se fosilizan visibles bajo el microscopio. Para mí, sus formas son hermosas y lo más interesante es que ayudan a investigar cómo eran los océanos.
¿Cuál es la investigación que más satisfacciones le ha traído?
Definitivamente mi tema de tesis doctoral relacionada con estudiar la circulación oceánica del Pacífico Este. Ello, a partir de la implementación un modelo numérico regional cuyo resultado, asociado a una de las corrientes que fluye a lo largo de la costa de Perú y Chile, sería comprobado tres años más tarde con datos observacionales. No solo es la que más satisfacciones me ha traído por la pregunta científica que se planteó y que alcanzó a resolver, sino también por el desafío de ser la primera publicación científica. La primera revisión tuvo más de 300 consideraciones de uno de los revisores y, aunque no necesariamente se debe responder a todas, quise hacerlo. Además que ese primer artículo representó el inicio del camino para convertirme en investigadora científica.
¿En qué se ha especializado y por qué decidió ese camino?
Me he especializado en el modelamiento numérico del océano con el objetivo de estudiar los procesos dinámicos en diferentes escalas espacio-temporales y los procesos asociados al cambio climático.
¿Qué significa eso en palabras simples?
Dijimos que hay una serie de movimientos en el océano que dan como resultado la vida.
Una forma de investigarlos es ir y observalos, otra forma es que yo ponga instrumentos para medir temperatura, salinidad, corrientes, pero existe una tercera manera.
Newton describe una ecuación que dice que el movimiento es el resultado de todas las fuerzas que actúan en él. Esa ecuación se puede resolver cuando tú la pones en un computador. No tiene resultados analíticos sino que tiene resultados numéricos.
Entonces lo que yo hago es modelar un océano virtual para estudiar cómo este se comporta. Cómo es su temperatura, su salinidad, cómo estas propiedades del agua pueden generar movimiento, cómo es que la interacción con la atmósfera también genera movimiento — y no solamente en la capa superficial sino que también en el fondo — y cómo esto se conecta entre los océanos, tiene efectos en el clima y en procesos asociados al cambio climático.
¿Por qué decidió ese camino?
Al desarrollar mi tema de tesis doctoral era necesario tener una buena cobertura de datos observacionales. La sorpresa fue que la distribución de datos espacio-temporales que se tiene en el Pacífico Este eran y son insuficientes. Por lo que decidí utilizar una técnica numérica. Ello nos permite tener un gran volumen de datos, simplificar el costo de la experimentación real y generar una serie de experimentos idealizados sobre situaciones observadas y no observadas.
¿Qué es lo que actualmente se encuentra investigando?
Actualmente me encuentro investigando sobre la variabilidad en los sistemas de afloramiento, que son las zonas más productivas del planeta (Humboldt, Canarias, Benguela, California) localizadas en los bordes estes de cada océano y con relación directa con los continentes. Esto incluye además estudiar los procesos asociados al cambio climático que se desarrollan en dichos sistemas, por ejemplo, la desoxigenación marina.
Foto superior: ©Oleksandr Pyrohov / Pixabay
Referencias:
Breitburg, D., Levin, L. A., Oschlies, A., Grégoire, M., Chavez, F. P., Conley, D. J., … & Jacinto, G. S. (2018). Declining oxygen in the global ocean and coastal waters. Science, 359(6371), eaam7240.
Dale, A. W., Sommer, S., Lomnitz, U., Montes, I., Treude, T., Liebetrau, V., … & Bryant, L. D. (2015). Organic carbon production, mineralisation and preservation on the Peruvian margin.
Montes, I., Colas, F., Capet, X., & Schneider, W. (2010). On the pathways of the equatorial subsurface currents in the eastern equatorial Pacific and their contributions to the Peru‐Chile Undercurrent. Journal of Geophysical Research: Oceans, 115(C9).
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