Buscan que la educación para la descarbonización sea el eje de una serie de acciones de largo plazo en el país. También sugieren una concertación nacional entre junio y octubre, como respuesta a las demandas del paro de mayo 2021.
El Pacto por la Vida es una propuesta desde la perspectiva ambiental y climática que busca construir transformaciones estructurales para el país, y que será dada a conocer el próximo miércoles 23 de junio a las 11 de la mañana.
Formulamos esta propuesta en el marco de la crisis que vive el país desde el 28 de abril de 2021. Se trata de un pacto integral, que estimulará nuevos enfoques sobre aspectos económicos, sociales, ambientales, climáticos, educativos y culturales, y que aspira a facilitar acuerdos nacionales, sectoriales y territoriales orientados a consolidar el compromiso del país de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, conservar su biodiversidad, proteger todas las formas de vida y transformar la economía para alcanzar la carbono neutralidad antes de 2050.
Ambientalistas y académicos colombianos así lo explican, ellos redactaron un documento de 11 páginas, en que el especifican también que la responsabilidad y la solidaridad con la vida debe ser el criterio rector de las políticas públicas y privadas, por lo tanto, fundamento orientador del Pacto.
Los firmantes piden que se atienda, con sentido de urgencia, la ‘Carta universitaria a la nación colombiana’ suscrita por rectores de varias universidades, y se instale cuanto antes el diálogo allí solicitado: Un “diálogo amplio, inclusivo y honesto, alrededor de temas estructurales y urgentes que requieren soluciones construidas como parte de un gran pacto social”. La base de este Pacto está planteada en la plataforma https://convergenciacolombia.unal.edu.co/viewToolkits de la Universidad Nacional de Colombia, que integra siete mesas de análisis.
En este sentido, los académicos y ambientalistas proponen la creación de la mesa No. 8, denominada: Agenda 2030 sobre asuntos ambientales y climáticos: Consideramos que la perspectiva de sostenibilidad, ligada a la necesidad de enfrentar la crisis ambiental y climática que constituye otra dimensión de la crisis global, puede contribuir, en el actual escenario, a articular e interpretar las necesidades de la sociedad, y especialmente los anhelos de la juventud, y contribuir con la construcción de la sociedad que todos queremos.
El #PactoXlaVida tendrá el alcance de una hoja de ruta hacia esa nueva sociedad, con metas claras, indicadores de gestión y sistemas de monitoreo de corto, mediano y largo plazo.
la iniciativa será liderada por la ciudadanía urbana y rural, buscando la articulación con el Gobierno Nacional, los gobiernos locales, los sectores productivos, las universidades y los movimientos y sectores sociales que, hoy claman por una transformación profunda y pacífica de la sociedad. Estará sintonizado con las tendencias globales de recuperación económica post pandemia y de replanteamiento estructural del desarrollo, indican.
Propuestas
El Pacto por la Vida está orientado a unir esfuerzos en torno de una Agenda 2021- 2030 de recuperación económica, social, ecológica, ambiental y climática, que contribuya a resolver problemas estructurales de inequidad, exclusión, deterioro de ecosistemas estratégicos y calidad y acceso a la educación, y en general condiciones que permitan el ejercicio efectivo de los Derechos Humanos por parte de todos los actores y sectores de la sociedad.
Para sus creadores, esto implica una transformación de la economía hacia un modelo de prosperidad bajo en carbono para lo cual es necesario planificar adecuadamente las transiciones, planes de conversión del modelo económico basado en sectores que se soporten en el capital natural conservado y no en su extracción, impuestos verdes entendidos como una oportunidad de reorientar la economía y señales adecuadas de conversión tecnológica, empresarial y de patrones de consumo.
También busca incorporar en el proceso de construcción del Pacto por la Vida las experiencias y los aprendizajes derivados de los procesos de concertación entre actores no estatales y estatales que han tenido lugar en Colombia a partir de la construcción del Sistema Nacional Ambiental (SINA, 1993). Tendrán en cuenta los acuerdos sectoriales de producción limpia (1995), el Sistema Nacional de Cambio Climático (SISCLIMA, 2016), la Comisión Intersectorial de Cambio Climático (CICC), los Nodos Regionales de Cambio Climático (NRCO), el proceso del Sí Ambiental, relacionado con el proceso de paz 2016, y el Diálogo de Talanoa Colombia (2018).
Indígenas, afro y campesinos
Otro de los planteamientos es estructurar el Pacto por la Vida teniendo en cuenta que la defensa integral de la vida debe primar por sobre toda otra consideración. Creemos que el Pacto debe incluir las voces de las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas que han conservado ancestralmente sus territorios. Debe incluir también sus lógicas y conocimientos ancestrales relacionados con los procesos de diálogo y concertación. Debe ser un proceso concertado entre actores no estatales y estatales, dotado de indicadores medibles y monitoreables, dirigidos a conservar mejor nuestra biodiversidad, acelerar las transiciones hacia una economía de bajas emisiones de carbono.
Piden también que se tengan en cuenta las múltiples propuestas que se han hecho por organizaciones de la sociedad civil, grupos académicos y comunidad internacional, muchas de las cuales de tiempo atrás ya se vienen aplicando con éxito en territorios concretos: Deseamos propiciar una sociedad más equitativa y próspera y gestionar desde las comunidades territorios más sostenibles. El Pacto por la Vida estimulará acciones y proyectos basados en la ciencia, que garanticen la transparencia y el acceso a la información pública sobre asuntos sensibles a la comunidad.
Igualmente plantea que se aprovechará las oportunidades financieras nacionales e internacionales disponibles en la post pandemia para invertir en una recuperación verde sostenida sobre metas de corto, mediano y largo plazo.
Claves del Pacto
- La educación para la descarbonización debe ser el eje de las acciones de largo plazo del Pacto por la Vida. Se espera que las universidades (especialmente las que suscribieron “la Carta universitaria a la nación colombiana, 2021”) faciliten los diálogos conducentes a la conformación de los acuerdos que surjan como resultados del Pacto e incorporen en sus programas académicos las materias y carreras que la sociedad colombiana demandará en el horizonte 2030 2050.
- El Pacto por la Vida se concretará en acuerdos sectoriales, regionales y territoriales, de descarbonización y gestión ambiental, construidos sobre nuestras prioridades de país: la lucha contra la deforestación, la transición energética, la movilidad sostenible de las ciudades, la transformación de los sectores industriales, agrícolas y ganaderos, la conservación y restauración de nuestros bosques y ecosistemas estratégicos.
- Sugerimos que el proceso inicial de concertación entre actores y la construcción del Pacto por la Vida se lleve a cabo entre junio y octubre de 2021, como contribución a una respuesta ante las demandas de los manifestantes de mayo 2021. El grupo promotor de esta iniciativa invitará a la sociedad y al gobierno colombianos, y a la comunidad internacional a un acto de lanzamiento e instalación del Pacto por la Sostenibilidad 2030 que se llevará a cabo el día 23 de junio de 2021.
- El Pacto aprovechará experiencias internacionales como el Green New Deal y la sección 102 de la Orden Ejecutiva de los Estados Unidos (2021) y la disponibilidad de recursos financieros de la banca multilateral para superar la crisis generada por el COVID 19 en el marco de una recuperación “reverdecida”. Pedimos también que se tengan en cuenta las múltiples propuestas que se han hecho en Colombia por las organizaciones de la sociedad civil, grupos académicos y comunidad internacional.
- El Pacto por la Vida deberá estructurarse con metas graduales: 2025, 2030, 2035, 2040, trascender la gestión de los gobiernos y concebirse como una política de Estado, ojalá con garantes internacionales. Tendrá en cuenta los siguientes marcos de referencias: El Acuerdo de París (2015); El Convenio sobre diversidad biológica (2015); La Agenda 2030 de Objetivos de Desarrollo Sostenible (2015); El Acuerdo de Paz (2016); La ‘Carta universitaria a la nación colombiana’ (2021); El documento ‘Once puntos del ambientalismo colombianos para los equipos negociadores del Acuerdo de Paz de Colombia’ (2016); El Pacto Verde Europeo (2020); El Diálogo de Talanoa Colombia.
- El Pacto por la Vida debe examinar propuestas para superar las condiciones de violencia en las zonas de cultivos ilícitos y avanzar hacia la despenalización de los campesinos cultivadores de hoja de coca y marihuana, focalizando la lucha contra el narcotráfico en los eslabones propios de sus cadenas criminales. Los 12 puntos priorizados en la mesa ambiental y climática de la Conversación Nacional 2019-2020 serán tenidos en cuenta por el Pacto por la Vida 2030
Suscriben, entre otros, esta convocatoria: Julio Carrizosa Umaña, Manuel Rodríguez Becerra,Margarita Marino de Botero, Juan Pablo Ruiz, Manuel Guzmán Hennessey, Rodrigo Uprimy, Alegría Fonseca, Juan Mayr, Gustavo Wilches, Carlos Fonseca, Guillermo Rudas, Hildebrando Vélez, Juan Camilo Cárdenas, Brigitte Baptiste, Gonzalo Andrade, Ernesto Guhl, Patricia Noguera, Darío Fajardo, Carlos Rodríguez, Sandra Vilardy, Luis Gilberto Murillo.