Es un ave de la cordillera de los Andes, de pocos registros en Colombia y América Latina. Mide entre 38 y 40 centímetros y se destaca por su vistosidad. Vive en pareja y anida en las riberas de los ríos. Se alimenta de macroinvertebrados acuáticos que busca en el fondo del río mediante cortas inmersiones.
El pato de torrente (Merganetta armata) fue visto por primera vez en la cuenca del rio Las Ceibas, en jurisdicción de Neiva, capital del departamento del Huila, por el Grupo de Monitoreo Comunitario, integrado por habitantes de esta zona.
Su nombre corresponde a que esta ave tiene como hábitat los ríos de fuertes corrientes, ubicados entre 1.500 y 3.500 metros sobre el nivel del mar.
La Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena-CAM, entidad que lidera el proyecto de monitoreo, informó que se tienen pocos registros de su presencia en América del Sur. La deforestación, la contaminación, entre otros factores, son una amenaza para esta especie.
Recientemente se reportó por primera vez en Las Ceibas, un oso de anteojos, hecho que al igual que el avistamiento del pato de torrente, también se consideró histórico para esta cuenca.