El abogado y ambientalista cartagenero analiza los principales desafíos que enfrenta la ciudad.
Samuel López López / RPV
Cartagena de Indias, Bolívar. Rafael Vergara Navarro es un apasionado por la defensa del medio ambiente. Nació en Cartagena de Indias el 13 de enero 1949. Es Abogado de la Universidad Externado de Colombia con especializaciones en Política Agraria, Administración Bancaria y Derecho Público.
Se destaca por su barba larga y blanca, su cabello recogido y una voz de trueno. Fue militante del M-19. En su época universitaria conformó un grupo para hacer cine «con las uñas» y participó en la realización de la película El Desalojo sobre la construcción de la vía circunvalar, en los cerros orientales de Bogotá.
También, en un guión colectivo de la que se considera fue la primera película de carácter ambiental en Colombia: Cementerio Largo que mostró el estado de contaminación del río Cauca y el ambiente por parte de empresas ubicadas en Yumbo (Valle).
Por amenazas contra su vida sufrió el exilio. Vivió en México durante 12 años y al regresar le impactó ver que el sector de Bocagrande, donde había vivido, estaba lleno de edificios con un alcantarillado no apto. Esto lo obligó a instaurar una acción popular contra los últimos cinco alcaldes de la época, por expedir licencias ambientales sin la factibilidad del servicio.
Estuvo encargado del Departamento Administrativo de Medio Ambiente, fue secretario general de Alcaldía y alcalde encargado en repetidas ocasiones. Ejerció como director encargado de Medio Ambiente, en esa ocasión creó el Establecimiento Público Ambiental de Cartagena de Indias (EPA), donde emprendió la lucha contra el comercio ilegal de mangle que se utilizaba para la construcción.
Quince años después de su paso por esas instituciones, Red Prensa Verde le pregunta sobre cómo ha avanzado la ciudad en la búsqueda de soluciones a sus principales problemas ambientales.
¿Cómo enfrenta la ciudad el cambio climático?
Para hacer frente a este fenómeno la ciudad tiene que ‘trascender de las palabras’, no es mucho lo que se ha avanzado en la cultura ambiental del cartagenero. Combatir el cambio climático no es exclusivo de ingenieros más bien es un problema de sociedad. Todavía hay comunidades que siguen haciendo rellenos y construyendo en las orillas. Acabar con el manglar que se encuentra dentro de la ciudad aceleraría más los impactos de este fenómeno, no han terminado de entender que es nuestro bosque, un bosque lineal que es mejor para nosotros porque es un aire acondicionado.
En la ciudad existen 26.000 familias ubicadas en zonas de alto riesgo que también ponen en peligro nuestros ecosistemas, por ejemplo: el Cerro de la Popa o el proyecto de la Quinta Avenida en el barrio Torices, donde dicen que ese proyecto no necesita licencia ambiental, pero están en riesgos 8 hectáreas de manglar.
El tema de cambio climático es uno de los mayores desafíos de Cartagena en 2018 porque no se toma como se debería tomar. Es necesario invertir en la reubicación de las personas, de esta manera eliminamos el riesgo y se realiza un proceso de recuperación de los territorios. El mayor reto está en la inversión para la adaptación y mitigación.
¿Cuál es la propuesta específica para preservar los manglares en la ciudad?
Ejercicio permanente de vigilancia y control en las zonas protegidas que están descritas en el POT, recuperación y reconstrucción ecosistémica de las zonas degradadas y voluntad política, recursos para dar cumplimiento a las resoluciones de restitución y recuperar todo el territorio que le han usurpado a la Nación y el Distrito. El Distrito tiene que institucionalizar un ecobloque que coordine la acción de todas las entidades que tienen que ver con la salud del medio ambiente.
Hablemos del plan de recuperación de zonas de protección costera
Uno de los retos que tiene Cartagena en este 2018 es recuperar las zonas de protección costera que se encuentran en el POT. A pesar de que el POT de Cartagena está vencido, el nuevo documento tendrá en consideración lo mismo que el anterior y es conservar nuestras zonas.
¿Y en cuanto a la capacidad de carga de los ecosistemas en Cartagena?
Es clave tener claro cuál es la capacidad de carga de los ecosistemas que estamos explotando si seguimos interviniendo esos ecosistemas con la caja registradora porque esa máquina no le preocupan los impactos negativos en el medio ambiente. La prueba más evidente es la condición actual de la bahía de Cartagena todo estudio que hagan arroja resultados negativos.
La inversión del Canal del Dique va por buen camino y los estudios están bien realizados, pero se cuestiona cómo será la financiación de este proyecto. Esa obra le daría a la bahía una verdadera condición de bahía y no de estuario como es hoy. El Ministerio de Ambiente tiene que definir cuál es la capacidad de carga de la bahía de Cartagena.
¿Las invasiones en el cerro de la Popa entran en la lista de los retos?
Sin duda, las invasiones en el Cerro de la Popa es un tema que se debe controlar en Cartagena. Tenemos que controlar y judicializar a las personas que están incumpliendo con la norma y eso conlleva a la omisión de delitos. No puede ser que sigan las invasiones en la ciudad y no haya una reacción contundente del Estado.
¿Cómo está Cartagena en materia de educación ambiental?
Falta mucha inversión financiera para generar más cultura ambiental, sin embargo, valoro profundamente todo el esfuerzo que se ha hecho. Quizá este sea el mayor reto de la ciudad. Hay que realizar campañas más fuertes y sostenidas para crear una conciencia colectiva en pro del medio ambiente.
¿Algún tema para agregar a la lista?
El Fortalecimiento del EPA y la Policía Ambiental. El Establecimiento Ambiental Público de Cartagena debe contar con los recursos necesarios para su completo funcionamiento en estos momentos esos recursos los tiene Cardique. El Distrito tiene que asignar que el 100% de los recursos debe ser divido entre las dos entidades. Por otro lado, el distrito tiene que darse a la tarea de conformar una verdadera Policía Ambiental. La Policía Ambiental no son los dos policías que aparecen por ahí, se necesita un escuadrón que esté velando en los territorios y las invasiones. Debe haber una campaña implícita para recuperar los bienes de uso público, es más tiene que haber una gerencia que replantee para aprender y desaprender en materia ambiental en Cartagena.
¿En cuanto al reto que significa Playa Blanca?
Playa Blanca no es ningún reto sino una obligación; es la necesidad de ejercer la autoridad para poder organizar técnica y científicamente su uso y regulación. Se tiene que trabajar de la mano con las comunidades, pero ellas deben tener claro una cosa y es que ellos sobre la zona de bajamar los consejos comunitarios no son la autoridad. El pueblo, los hijos e hijas de ese territorio son los principales beneficiarios pero quien ejerce la autoridad es la autoridad que consagra la Constitución y la ley.
El Alcalde de Cartagena es quien gobierna en la Isla que es parte de la ciudad, tiene que ser partícipe pero la responsabilidad de ejercer in situ la autoridad es de Parques Nacionales porque eso es una zona de amortiguación del Parques de Corales y el mal manejo afecta los corales de la zona.
¿Qué decisiones espera frente al caso del arrecife de Varadero?
Que el presidente de la República de ejemplo en el cumplimiento de artículo 8 de la Constitución que ordena defender y proteger las riquezas naturales y culturales de la Nación y ordene suspender el trámite con el que pretenden que la ANLA autorice las destrucción de los corales para favorecer el interés de los portuarios. Abrir un nuevo canal es inadmisible.
¿Cuál es el daño que la inestabilidad política le hace al ambiente en Cartagena?
Imagínate si con los alcaldes titulares frente al tema ambiental hay desidia y conformismo con la crítica situación, figúrate lo que sucede con los funcionarios de una administración cuando hay inestabilidad y jefes fugaces…..