Las Lechuzas es la localidad más austral conocida en su distribución global. Dentro de las 3.139,62 ha del plan de manejo de Las Lechuzas, existen 836,63 ha que han sido declaradas como zonas de protección hidrológica. Actualmente, no hay registro de G. volans en ninguna área protegida de Honduras.
DICYT
La presencia de la ardilla voladora del sur (Glaucomys volans) fue documentada en Honduras por primera vez después de 43 años. El registro es de un sitio del plan de manejo forestal denominado “Las Lechuzas”, municipio de Concordia, departamento de Olancho. Además de esta ubicación recién confirmada, la especie también ha sido registrada en Zambrano, departamento de Francisco Morazán en 1935, en Gracias, departamento de Lempira, y finalmente en el Departamento del paraíso en 1979. Con base en estos registros, Honduras es considerada la región más austral distribución conocida para esta especie.
El descubrimiento fue posible gracias a un proyecto de El Aserradero Sansone, una empresa enfocada en actividades forestales sostenibles en Honduras, y se publica en un artículo de investigación en la revista revisada por pares Check List.
Este hallazgo confirmó que existe al menos una población de G. volans en el país, en el sitio Las Lechuzas, que actualmente es también la localidad más austral conocida en su distribución global.
La especie ha sido evaluada como de Preocupación Menor por la UICN (lo que significa que tiene poblaciones estables), pero se considera Datos Insuficientes en la Lista Roja de especies hondureñas. Considerando el bajo número de registros y la alta tasa de destrucción de los bosques de pino en Honduras, G. volans es una prioridad para la conservación en el país.
En apoyo a la conservación de la biodiversidad de Las Lechuzas, la empresa Sansone apuesta ahora por dar prioridad a la conservación de G. volans en la zona.
También se estudia el uso de refugios artificiales para G. volans, ya que el animal corre mayor riesgo cuando sus nidos son perturbados. Con base en las recomendaciones sugeridas en el estudio, Sansone trabajará para aumentar la cantidad y la calidad de las plántulas de árboles que crecerán en el dosel y educará a las personas de la comunidad sobre la necesidad de proteger los ecosistemas de pinos y los animales raros.
Dentro de las 3.139,62 ha del plan de manejo de Las Lechuzas, existen 836,63 ha que han sido declaradas como zonas de protección hidrológica. Actualmente, no hay registro de G. volans en ninguna área protegida de Honduras.
“Como profesional con una experiencia de 43 años, aprovecho la detección de la Ardilla Voladora como un evento que me abre las puertas a la verdadera dimensión que tiene la ley forestal hondureña en la adecuada gestión administrativa, que incluye la conservación y protección de la biodiversidad y racionalidad de la protección de los recursos naturales, esta última resulta de mayor importancia ante las fuertes presiones sociales a favor de la conversión del uso de las tierras forestales destinadas a la agricultura y ganadería extensiva, así como los impactos ambientales causados por cambio climático que se está sustentando en la mala gestión de nuestros recursos», dice José Muñoz, uno de los autores del estudio.
ALIANZA INFORMATIVA
DICYT – RED PRENSA VERDE